lunes, 26 de mayo de 2008

Objetivo Birmania

Estaba en medio de una reunión bastante tensa, el viernes pasado, cuando en el momento más inoportuno me sonó el timbre de mensajes del móvil. Se me había olvidado cerrarlo, a veces me pasa. La mirada de mis colegas fue tal, que noté, como poco a poco, empezaba a encogerme, hasta llegar a desaparecer. ¡Ojalá! Eso es lo que yo hubiera querido, pero no, no lo conseguí; estaba en la sala de reuniones con tres pares de ojos clavados en mí, así que puse mi mejor sonrisa, pedí disculpas titubeando, y me apresuré a apagar ese aparato infernal que sólo me trae disgustos. Cuando terminó la reunión, cerca de la hora del almuerzo, ya a solas, volví a conectar mi celular para revisar los mensajes y las llamadas. Sólo tenía uno, el del disgusto. Ya era mala suerte. Por lo menos, pensé, espero que sea importante, y lo era. Una de las chicas me había mandado un sms diciéndome: "S.O.S. Esta noche a las 21,00, operación bikini. Imprescindible documentación". Al leerlo me di cuenta de que ya mismo habría que empezar a lucir moreno y para ello necesitábamos conseguir un cuerpo diez en: un, dos, tres... ya, con ayuda de la mágica cosmética y las perfectas manos de nuestra moderna hada madrina, el instituto de belleza.
Al llegar a casa busqué mi dossier secreto de mujer diez, lo metí en el bolso y me fui a la segunda reunión de la jornada, en la cual, si sonaba el móvil nadie querría asesinarme. Cuando entré en el restaurante, las chicas estaban tomándose un manhattan pero yo le pedí a Manolo una Coca Cola Zero sin aperitivo y le dije que para cenar quería una ensalada mixta y agua. Mis amigas al oírme, se echaron a reír y al cabo de unos minutos, cuando Manolo apareció con un manhattan, aceitunas y patatas diciendo que la ensalada se había agotado, que no iba a secundar nuestra tontería de la operación bikini anual que no necesitábamos y que además el menú esa noche lo elegía él, entendí el porqué, la historia se había repetido cuatro veces. Viendo que no contábamos con la colaboración de nuestro compinche decidimos atacar el memorándum.
Imprescindible una tanda de masajes drenantes y linfáticos combinados, sin olvidar la preso o la mesoterapia y el tratamiento inyectable a base de gel de áccido hialurónico para glúteos y pecho. Además tenemos que utilizar anticelulíticos, reafirmantes y crema antiestrías. Las más revolucionarias para la celulitis son Celluli Laser de Biotherm y Cellu Reverse de Elancyl. Para reducir y tensar, lo último es Speed Dieting de Jeanne Piaubert y el concentrado anticelulítico Le Soins Bio de Plante Sistem. ¿Puede alguien dudar de que con estas armas desembarcaremos con éxito en la operación bikini 2008?

Wall Street

A la noche le sigue el día igual que las despedidas dan paso a los reencuentros y eso es exactamente lo que nos sucedió el viernes. He de confesar que después de más de seis meses sin acercarnos por Islantilla, estaba un poco intranquila. Me preocupaba pensar que algo pudiera haber cambiado, no sé, que Manolo ya no estuviera, pero no, eso era imposible, me hubiese llamado, o que hubieran cerrado el restaurante, tampoco, también me hubiese llamado, o que hubiera cambiado la dirección, imposible, de nuevo me hubiera enterado, pensándolo fríamente, todos mis temores eran infundados, y para alejarlos pensé que lo mejor era una tarde de compras. Si la despedida de Gabi había merecido que estrenara zapatos, volver a ver a Manolo bien merecía una tarde de compras en busca del bolso perfecto para la ocasión. Y lo encontré: un clásico, el top de la elegancia, el oversized XXL de Hermés con el toque de vitalidad añadido que le da el color del verano, el amarillo.
Cuando llegué, respiré. Todo estaba igual. Manolo nos recibió con un sonoro beso, cuatro manhattan y una exclamación: ¡Qué guapas estáis! Chicas, seguidme que os voy a preparar vuestra mesa. Y mientras le obedecíamos, una de mis amigas se percató de mi nueva adquisición, así que me vi obligada a contarles la historia del bolso. Después de escucharla atentamente, una de las chicas me dijo que a pesar de mi gran imaginación, pronto se me iban a acabar las excusas para ir de compras y que esto la tenía muy preocupada. Yo, para hacerle olvidar sus inquietudes, le propuse detallarles toda la moda en carteras de la temporada. Aplaudieron mi propuesta y comencé con la "lección". Para el día se llevan los bolsos XXL y para la noche los XXS, a mi me parece la elección ideal. Sin duda, los bolsos de mano oversized son el complemento estrella y los colores son frescos, llamativos, luminosos... Roberto Cavalli ha lanzado unos combinados de mano, en piel con estampado floral de aire romántico que son sublimes. Super- hipppies resultan las carteras de Emilio Pucci, como si estuvieran hechas con los retazos de la colcha de la abuela, pero en piel. El estilo casual y funcional, pero sin renunciar al lujo de Prada, con su aire retro de bolsitos de tiras de piel de colores (amarillos, naranjas, morados, azules, verdes, fucsias...) como de andar por casa pero con clase, es exquisito y práctico, se lleva por el día como bandolera y por la noche de mano. Y para estar en la vanguardia, no podemos olvidarnos de poner en el armario un glamouroso Valentino en tonos metalizados. Dicen que el dinero da seguridad, a mí me la dan los bolsos ¿Nos infundirá confianza también su contenido?