miércoles, 2 de julio de 2008

Sólo para sus ojos

Pasan los años y vuelve Indiana. Es increíble, pero a sus sesenta y.... está más atractivo que cuando era Han Solo ¡Y qué bien le sientan las gafas! También ¡por fin! Carrie y Mr. Big... han encontrado su sitio. No, no voy a desvelar el final de la historia de Sexo en Nueva York, hay que verla. Nosotras lo hicimos el viernes, primero fuimos al cine y luego a cenar. Plan completo. Las cuatro disfrutamos mucho con la peli, nos reímos, nos emocionamos y sobre todo nos identificamos con ellas, tanto que cuando llegamos al restaurante nuestro saludo a Manolo fue contarle la película, que por supuesto no le interesa nada, y recomendarle que su novia no se la perdiera. Creo que al pobre le abrumamos un poco con tanta psicología puramente femenina.
Mientras aperitiveábamos con nuestros manhattan y las chicas seguían comentando la película, yo le daba vueltas en la cabeza a un detalle que no me encaja ni en la serie ni en el film. Las cuatro protagonistas son tremendamente fashion, es más, Carrie es una enamorada de la moda y sin embargo, nunca usan el complemento más enigmático, con más magia y personalidad de todos: las gafas de sol. Cuál será el motivo. Les expuse a las chicas mi come-come y ellas tampoco supieron darme una respuesta al enigma, pero lo que sí hicimos fue jurar nuestra absoluta fidelidad a las gafas de sol y decidir cuál iba a ser el modelito para esta temporada.
El estilo más glamouroso es el retro, bien años 60, inspirado en las grandes gafas con montura de pasta que Givenchy creara para Audrey Hepburn y que ella con tanto chic luciera en Desayuno con diamantes; bien años 50, las clásicas, minimalistas y depuradas de Dior inspiradas en el look de Lauren Bacall o Katherine Hepburn. No obstante, las oversized, estilo vintage de los grandes carteles publicitarios siguen manteniendo su reinado, sin olvidarnos de las ya clásicas gafas de aviador, las Ray-ban, renovadas con cristales ahumados y monturas de colores. Las más cool son las de Miu Miu (filial de Prada), yo destacaría el modelazo de maxigafa con montura metálica y unas alas de mariposa Art Decó en la patilla, que son fashion a tope. Están totalmente off las de montura al aire e in, las de cristales degradados y armazón estilo pop que dejan entrever miradas seductoras y misteriosas; al igual que las de Chanel, con montura extragrande, con formas envolventes, casi panorámicas, sofisticadas y elegantes. Y todas ellas se caracterizan por el colorido. Junto a los clásicos negro y marrón aparecen los tonos vistosos, atrevidos e incluso audaces: los violetas, granates, verdes o cremas. ¿No deberíamos decirle a Indi: Dale gracias a Dios, que tienes gafas, Indiana?

martes, 1 de julio de 2008

Escuela de sirenas

Estoy mirando en el ordenador las fotos que hice la pasada noche y me he parado en la que nos tomó Manolo: las cuatro sentadas en la terracita de Islantilla con el mar de fondo, en una noche brillante, de luna llena, brindando con manhattan. Es nuestra primera foto del verano, así que voy a mandársela por e-mail a las chicas y yo me la voy a pasar a papel. Fue una noche deliciosa. Como música de fondo tuvimos el rumor del mar, como olor, el perfume de la playa y entre plato y plato, los chistes de Manolo ¡qué más se puede pedir! Pues sí, se puede pedir algo más. Ya habíamos oído el mar, olido el mar, nos quedaba probarlo y yo no quería esperar (he nacido en puerto de mar y llevo el mar en la sangre) así que les propuse a las chicas pasar el día siguiente en una recóndita playa de Huelva, no muy conocida. Estábamos haciendo los planes cuando una de las chicas dijo que teníamos forzosamente que alterar el programa y retrasarlo un día porque impepinablemente el sábado debíamos ir de compras y adquirir algún bañador, bikini o tanga para el chapuzón del domingo. La idea no nos pareció mala por lo que pasamos a diseñar la estrategia. La mañana del sábado la dedicaríamos a las compras, después aperitivo y comida y el domingo a las once, perfectamente equipadas, nos iríamos en mi coche a disfrutar del sol, el agua y el sonido del silencio. Una vez esbozado el fin de semana pasamos a elegir nuestra moda de baño. Vuelven los bañadores glamourosos de las estrellas de cine, las piezas sensuales y elegantes de formas sobrias, en blancos, negros y neutros. Quienes dicen que el bañador es más elegante que el bikini, incluso más sugerente aciertan, pero yo tengo debilidad por el dos piezas. Los más fashion son los de exagerados coulottes estilo pin up, lisos, en tonos rojos, blancos, ocres, marrones o bicolor como los de Chanel; súper divertidos los de Belstaff con volantes en el shorts y para las tenagger auténticas nada como los lunares de Wolford o los cuadritos de Vichy de Gucci. Los sorbetes y ácidos quedan divinos sobre una piel bronceada, los naranja, pistacho, amarillo, fucsia, verde de La Perla, Vuitton o Guillermina Baeza te hacen sentir guapa y confiada, lo cual significa ligue de verano a la vista seguro. Para las más primaverales, románticas y sensibles regresan las flores de todos los colores y las tiras al cuello, imprescindibles los de Océano o Zarel; los de Dos Mares rizan el rizo con los bordados de nido de abeja. Y siempre, el eterno pareo a juego. ¿Son preferibles las sirenas de mar o las maestras en seducción?