domingo, 2 de noviembre de 2008

Dirty dancing

Les comentaba a las chicas el viernes mientras nos tomábamos unos manhattan esperando que Gabi nos sorprendiese con nuestra primera cena, más que otoñal invernal, a base de una selección de viandas elegidas por él y que nos prometió nos iban a encantar (como así resultó) que debíamos empezar ya a prepararnos para el frío, el viento, la lluvia... Todos los años cuando llega el verano ponemos en marcha la operación bikini, bueno pues ahora yo creo que deberíamos poner en marcha la operación jersey y prepararnos para meses de encierro tapadas hasta los ojos, lo cual creo que nos obliga a regalarle unos mimitos a nuestra mejor tarjeta de presentación, a la que a lo largo del verano hemos vapuleado con una macro dosis de sol y que es además la única parte de nuestro cuerpo que tiene memoria y nos pasa factura: la piel. Mis amigas, claro está, no pudieron dejar pasar la oportunidad de recordarme que yo era una auténtica experta machacándome con largos e interminables baños de sol a lo bonzo, con total conciencia de lo que estaba haciendo y demostrando una vez más mi irresponsabilidad para conmigo misma. Como todo lo que me decían era cierto no tuve más remedio que aguantar el chaparrón con una sonrisa y cuando terminaron, humildemente pedirles su ayuda para restablecer el equilibrio de mi maltrecha piel e intentar que ella olvidara y perdonara, lo cual hicieron entre las tres encantadas., recomendándome todo tipo de cremas de belleza, masajes relajantes y terapias renovadoras.
Para terminar con las manchas de la piel producidas por el sol, o las cicatrices de acné son ideales las cremas de Covermark; el Oxigen Cream de Natura Bissé nos ayuda a difuminar todas las hiperpigmentaciones de la piel y Stop taches anti age de Dermasystem nos la blanquea. Es de obligado uso e imprescindible para combatir la celulitis también durante el invierno, la línea anticelulítica bio de origen natural, bien de Stella McCartney, bien de Kiehl’s; pero lo mejor de todo es que las visitas regulares al Spa las podemos reforzar, creando nuestro propio ritual de hidroterapia en casa. Después de una tensa e interminable jornada laboral, llegamos al dulce hogar y comenzamos la terapia con una ducha exfoliante con la crema corporal relajante de Plante system, a continuación otra ducha, ésta con el gel de aceite puro de lavanda de Calma Divina aplicado con una esponja natural de Calypso, luego con un jabón natural de Aleppo de jabones de oriente conseguimos abundante espuma para darnos un masaje, hidratarnos y relajarnos. Por fin preparamos el ambiente para sumergimos en la bañera con sales antiestrés y aceites esenciales, con una copa de cava, bombones y música y terminamos con un masaje de óleo de rosa mosqueta ¿Añadimos velas y compañía?
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