domingo, 11 de enero de 2009

Perfume de mujer

Por fin! Hasta dentro de algo menos de 365 días no tenemos que volver a ver al calvo de la tele regalándonos una suerte que nunca nos llega, las calles de Huelva engalanadas según el gusto del regidor de turno, los juguetes invadiendo nuestros hogares, los perfumes convirtiéndose en el emblema de las fiestas, volviendo a casa por Navidad a comer el turrón y engordar unos kilitos que luego en la cuesta de Enero tenemos que perder y sobre todo adiós al empalago de besos, sonrisas, llamadas y cenas a gentes que no me interesan nada y a las que durante el resto del año no veo. Oficialmente las Navidades empiezan con la lotería y terminan con las rebajas. Otro acontecimiento que detesto y del que he logrado librarme esta temporada. Hasta su final las Navidades me provocan aburrimiento. Las chicas dicen que soy una cínica y quizás, no les falte razón pero es que no me gustan esas fechas, así que el viernes para celebrar que se había terminado la Pascua invité a mis amigas a cenar y le pedí a Manolo que nos preparase un menú antinavideño compuesto por un sencillo consomé al jerez, una humilde tortilla de patata acompañada de una simple ensalada mixta y una ligera macedonia de frutas naturales, regado todo ello con varias copas de manhattan, mi única concesión al pasado fue nuestro tema de conversación, el producto estrella de las fiestas: los perfumes.
Nina Gold Edition de Nina Ricci es elegante, sensible y dulce como el aroma de las golosina hechas con frutas, así que he decidido autoregalármela como premio por haber sobrevivido un año más a las fiestas, junto con Secret Obsession de Calvin Klein, pensado para momentos privados con pensamientos ilícitos, un perfume que destila sensualidad por todas sus gotas, y a las chicas en premio a su fidelidad a las fiestas les he obsequiado con un perfume a cada una, según su carácter. Para una he escogido la sutileza y la suavidad de Vera, de Vera Wang; para otra Notorius de Ralph Laurent, inspirada en las películas clásicas de Hitchcock, chispeante y glamourosa, y para la tercera Velvet House de Kate Moss una fragancia sofocante para vivir a tope la noche con un punto de adolescente. La decisión fue complicada porque también resultan increibles Ma Dame de Jean Paul Gaultier que te hace sentir como si estuvieras envuelta en destellos de fantasía y modernidad dormida sobre un lecho de flores; Daisy de Marc Jacobs es chic, femenino e inocente, si te rocías con Ligth Blue de Dolce y Gabbana te sientes deportiva, resuelta y fresca y el aroma sensual y femenino de Stella, de Stella McArtney infunde seguridad A pesar de todo ¿ Sabe alguien cuál es el olor de la Navidad?