lunes, 26 de mayo de 2008

Wall Street

A la noche le sigue el día igual que las despedidas dan paso a los reencuentros y eso es exactamente lo que nos sucedió el viernes. He de confesar que después de más de seis meses sin acercarnos por Islantilla, estaba un poco intranquila. Me preocupaba pensar que algo pudiera haber cambiado, no sé, que Manolo ya no estuviera, pero no, eso era imposible, me hubiese llamado, o que hubieran cerrado el restaurante, tampoco, también me hubiese llamado, o que hubiera cambiado la dirección, imposible, de nuevo me hubiera enterado, pensándolo fríamente, todos mis temores eran infundados, y para alejarlos pensé que lo mejor era una tarde de compras. Si la despedida de Gabi había merecido que estrenara zapatos, volver a ver a Manolo bien merecía una tarde de compras en busca del bolso perfecto para la ocasión. Y lo encontré: un clásico, el top de la elegancia, el oversized XXL de Hermés con el toque de vitalidad añadido que le da el color del verano, el amarillo.
Cuando llegué, respiré. Todo estaba igual. Manolo nos recibió con un sonoro beso, cuatro manhattan y una exclamación: ¡Qué guapas estáis! Chicas, seguidme que os voy a preparar vuestra mesa. Y mientras le obedecíamos, una de mis amigas se percató de mi nueva adquisición, así que me vi obligada a contarles la historia del bolso. Después de escucharla atentamente, una de las chicas me dijo que a pesar de mi gran imaginación, pronto se me iban a acabar las excusas para ir de compras y que esto la tenía muy preocupada. Yo, para hacerle olvidar sus inquietudes, le propuse detallarles toda la moda en carteras de la temporada. Aplaudieron mi propuesta y comencé con la "lección". Para el día se llevan los bolsos XXL y para la noche los XXS, a mi me parece la elección ideal. Sin duda, los bolsos de mano oversized son el complemento estrella y los colores son frescos, llamativos, luminosos... Roberto Cavalli ha lanzado unos combinados de mano, en piel con estampado floral de aire romántico que son sublimes. Super- hipppies resultan las carteras de Emilio Pucci, como si estuvieran hechas con los retazos de la colcha de la abuela, pero en piel. El estilo casual y funcional, pero sin renunciar al lujo de Prada, con su aire retro de bolsitos de tiras de piel de colores (amarillos, naranjas, morados, azules, verdes, fucsias...) como de andar por casa pero con clase, es exquisito y práctico, se lleva por el día como bandolera y por la noche de mano. Y para estar en la vanguardia, no podemos olvidarnos de poner en el armario un glamouroso Valentino en tonos metalizados. Dicen que el dinero da seguridad, a mí me la dan los bolsos ¿Nos infundirá confianza también su contenido?

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