lunes, 5 de octubre de 2009

El demonio vestido de azul

Soy una mujer pegada a una agenda. Mi último gesto nocturno es abrir la agenda y mi primer gesto matutino es abrir la agenda. Y por si fuera poco, sueño con la agenda. La tengo triplicada, una en el ordenador, que controla mi secretaria, otra electrónica que siempre llevo en el bolso y una monísima de Loewe que tengo en casa junto al teléfono. Es mi salvación, sobre todo en Septiembre, el mes de la moda. Primero fue Barcelona, después Nueva York, luego Londres y Madrid seguidas por Milán y para finalizar París. Este mes vivo en el aire y eso que personalmente sólo he cubierto Londres, Madrid y estoy volando a París. Cuando les comenté a las chicas que había cambio de planes porque el jueves me iba una semanita a París, por poco me matan, y cuando les conté que había convencido al Direc para cubrir el próximo año Nueva York casi me dejan de hablar, menos mal que una de ellas recordó que teníamos pendiente el repaso a Cibeles, así que mientras Gabi con cara de “te odio” nos traía unos manhattan comenzamos.
Vestidos, color y pierna, así se define esta edición de Cibeles. Destacan los vestidos de Adolfo Domínguez en tonos suaves y con toques sofisticados en los escotes asimétricos, grandes espaldas y cinturas de avispa, los estampados atrevidos y coloristas de Victorio y Lucchino tanto superminis como largos y vaporosos, los vestidos interminables, geométricos y futuristas, en verde agua o rojo pasión de Devota y Lomba; los glamorosos, inspirados en los 50, de Hanníbal Laguna, midi o larguísimos, con escote palabra de honor, con un solo tirante, en forma de vértice o con lazos; los sensuales vestidos pareo de Kina Fernández, ceñidos, con escote palabra de honor y cintura alta, lisos o floreados, simulando las pinturas de Moldre; los sexys minivestidos de Sita Murt que marcan cintura y presentan inesperados volúmenes; los románticos de Amaya Arzuaga, con faldas mariposa, flecos láser, transparentes o estampados, pliegues y lazos que nos envuelven o el estilo chic de Miguel Palacio con sus minivestidos con capas, hombros estructurados y escotazos. Los pantalones serán pitillo como los de Ángel Schlesser, recto y ancho como los de El Delgado Buil o bombachos como los de Ana Locking. Llevaremos los coulottes de estilo retro de Ana Locking, los short ochenteros de TCN o los abullonados de Miriam Ocáriz, los trajes estarán llenos de femeninos pliegues y volúmenes como los de Roberto Torreta o serán ceñidos y midi. Sublimes, como los de Elio e irán acompañados por los modernos tops de lentejuelas de Andrés Sardá, y las faldas son midi, como las tiernas y melancólicas de Lydia Delgado, o fashion, como las tipo lápiz de Ana Locking. ¿Me dejarán ahora irme a París?

La familia Addams

Conté hasta tres, respiré hondo y desconecté el móvil. Estaba a punto de estrellarlo contra el suelo cuando me quedé paralizada. Solté el teléfono sobre la mesa, dejé que sonara hasta el agotamiento y entonces lo apagué. En ese momento sentí un alivio tremendo. Eran las ocho de la tarde del viernes y durante las últimas veinte horas el móvil no había dejado de sonar. Mis nervios estaban deshechos. En cada llamada se repetía una y otra vez: la misma pregunta: has visto la foto, y la misma respuesta: sí. Es impresentable. Todo, todo, se puede perdonar en la vida, excepto la falta de clase, y nada hay más vulgar que no saber vestirse adecuadamente. No podía más, así que antes de salir, me dispuse a relajarme en el jacuzzi. Imposible. Cerraba los ojos y ahí estaba. Cuando abrí el periódico y vi la foto sufrí un shock, había pasado la semana rodeada de glamour, primero en Londres Fashion Week y después en Madrid. No estaba preparada para aquello.
Llegué puntual al restaurante por lo que Gabi no pudo resistirse a bromear sobre mi aspecto, tan british. Mientras esperaba a las chicas, me tomé un manhattan y me fui relajando. Según iban llegando me hacían la misma pregunta: Qué dictaminaban Londres y Madrid para la primavera. De vulgaridades, no hablamos. London fashion week este año se ha celebrado en un entorno de distinción, lujo y glamour, Samerset House, un palacio del siglo XVI con vistas al Támesis y ha sido tan trendy, rompedora y extravagante como siempre. Vivianne Westwood, la gran dama de la moda británica a sus 80 años vistió la pasarela con shorts y minifaldas sexys y atrevidas llenas de rayas, lunares y rombos, en tonos suaves con un aire de mestizaje chic muy interesante. Matthew Williamson se decantó por los minivestidos, llenos de glamour, drapeados y vaporosos en tonos ácidos y fluorescentes; Luella nos devuelve al estilo pop sesentero, con tonos pastel y estampados de pequeñas flores y lunares, ideal para niñas bien, con vestidos entallados en cintura y con faldas tulipa, abriguitos de cuello bebé y línea A, chaquetas cortas que acentúan el carácter dulce e infantil de las niñas buenas y pantalones de talle alto, Christopher Kane eligió para su colección enormes cuadros de Vichy en pícaras faldas de tablas; los diseños de Basso & Brooke, especialmente sus faldas hiperfemeninas son alegres, llamativas, sofisticadas, futuristas. Geniales. Los colores pastel del rosa palo al aguamarina de los minivestidos y trench de Jonathan Saunders son puro chic y Duro Olown como siempre fue color, color y más color. Fantásticos sus chispeantes piratas. Eran más de las dos y no habíamos salido de Londres, Madrid nos esperaba pero yo no podía más. Cibeles tenía que esperar ¿Podrá perdonarme la diosa?



lunes, 21 de septiembre de 2009

Los diez mandamientos

La otra noche, mientras buscaba en mi vestidor algo que ponerme para mi cita semanal con las chicas, me di cuenta de que todavía no había renovado mi fondo de armario para esta temporada y eso es catastrófico. Menos mal que aún estaba a tiempo de reparar tamaño error y esa misma noche lo solucioné.
Nada más entrar en el restaurante le pedí a Gabi que nos llevase a la mesa con urgencia cuatro manhattan y algo de picar. Besé a las chicas, me senté y les pedí que sacasen papel y pluma, les dije que teníamos que hacer deberes. Me miraron extrañadas, pero obedecieron y una vez que Gabi nos sirvió las bebidas les pregunté si alguna de ellas había ido de shopping, las tres contestaron que no, o sea, estaban en mi misma situación pero aún peor porque ni siquiera habían caído en que estaban al borde del abismo: había empezado la temporada y no tenían nada que ponerse. Suspiré profundamente y les expuse la situación, pero para que no cundiese la alarma, también les di la solución: íbamos a hacer una lista con las diez prendas básicas de la temporada y al día siguiente seríamos nuevamente chicas fashion.
Los diseñadores, debido a la crisis económica, han decidido recuperar tendencias de años anteriores empezando por el estilo discotequero de los 80. Vuelven los minivestidos segunda piel, ya sean brillantes o con lentejuelas, con escote asimétrico o con súper hombreras. Indispensable una falda o un vestido de cuero negro, y siempre, siempre, medias de fantasía: brillantes, de encaje, con dibujos o de topos y botas por encima de la rodilla como las del Gato con botas. Para abrigarnos del frío un gran clásico, el abrigo camel o tweed pero anudado con un cinturón a modo de bata. Nada hay más dulce y calentito para el invierno que la lana hecha un jersey de ochos, es perfecta si la combinamos con unos leggin de cuero o unos pantalones pitillo, resulta además muy sexy si lo acompañamos de unos botines de tachuelas al más puro estilo rock and roll y nos envolvemos en un cardigan o en un chaquetón de piel de leopardo que saque a la luz nuestro lado más salvaje, entonces, el éxito en las noches de vino y rosas estará asegurado; el toque felino en el bolso es una opción más discreta. Las chaquetas con hombreras de Pierre Balmain marcan tendencia y los vestidos de terciopelo, llenos de romanticismo y feminidad, serán nuestro mejor aliado en bodas, noches de gala y hasta en las mismísimas Navidades. Seguiremos luciendo pantalones harem, chalecos de pelo, camisas de cuadros y vaqueros desteñidos y rotos. Hemos hecho los deberes, la lista está terminada. Los mandamientos aprendidos ¿Cuál será la nota final sobresaliente o matrícula?

Azul oscuro casi negro

Estoy viviendo una contradicción más en mi vida. Adoro el verano y me priva la ropa estival pero ya estoy un poco cansada de ella, y me apetece cambiar. El problema es que un cambio de vestuario significa decirle adiós al verano y eso me deprime. Otra vez oscuridad, frío y rutina ¡uf, qué horror! Menos mal que siempre queda el resquicio de los viernes con las chicas, las fiestas, las salidas nocturnas del finde, las inauguraciones, los cócteles, los estrenos, las cenas, las escapadas románticas, las nuevas aventuras. Pensándolo bien, el panorama no es tan desolador. Bueno, sí lo es porque la caída de la hoja significa que nos tenemos que despedir de Gabi y eso no me gusta, claro que a su vez ello implica que volvemos a ver a Manolo, y eso me encanta. Resumiendo: Estoy hecha un lío y vivo en un constante sí pero no, no pero sí. Tan ensimismada iba el viernes en mis pensamientos que ni siquiera oí como una de mis amigas me llamaba hasta que sentí su mano en mi brazo. Extrañada (tengo un oído finísimo), me interrogó con la mirada y le conté mis cavilaciones de camino al restaurante. Cuando llegamos y mientras Gabi nos ponía unos manhattan, trasladé a las chicas mi desazón, ellas también sentían algo parecido. Empezaba a oscurecer y todas las luces del restaurante se encendieron de golpe. La luz y el color son la vida, me dije, ahí está la clave, en recibir al otoño con alegría y para ello decidimos investigar qué colores llevaremos esta temporada.
El Instituto Pantone Color es el gurú del color, y este año ha prescrito que debido a la crisis económica mundial y al estado de ánimo que la misma ha provocado en el mundo nos vamos a vestir con tonos pastel cargados de tintes melancólicos y vamos a aparcar los colores brillantes propios de las situaciones de bonanza. El colorido será suave, inspirado en la tierra, el mar, las verduras y las frutas y la palabra clave será neutral, así los diseñadores se convierten en pintores que ilustran en la pasarela la realidad de la calle. Entre otros nos moveremos en la gama de los negros, grises, azules, marrones, verdes, berenjenas, violetas o morados. Frente a esta tendencia tenemos la de Versace y Gucci con matices de neón como el rosa, el azul, el rojo o el naranja, sin olvidar los plateados; la de Benetton con tonalidades claras y vivas: verdes, morados, rosas, azules, rojos o Chanel con sus rojos y blancos. La tendencia más sofisticada y elegante será la monocolor. En rojo, verde, azul intenso o negro para las más atrevidas y en colores suaves para las discretas ¿A qué jugamos, al brillante parchís o al poderoso Monopoly?

La dama y el vagabundo

Mi infancia son recuerdos de un patio con una verja verde y un frondoso nogal que cada año nos saludaba el primer día de curso, batiendo con alegría sus esplendorosas hojas; de los anuncios, que cada agosto, irremediablemente, nos hablaban de la temible vuelta al cole con sus madrugones, su disciplina y sobre todo su horroroso uniforme, porque el uniforme de mi colegio era feo, feo, feo. Todavía hoy, muchos años después, tengo pesadillas con el polo/camisa blanca, el jersey de pico azul, la espantosa falda tableadas de cuadritos marrones y azules y los calcetines y los zapatos, primero marrones, después azules. No había otro uniforme más horripilante en toda la ciudad. Al cumplir los quince conseguimos que las monjas nos lo quitaran y terminamos el colegio vistiendo “de calle”. ¡Qué felicidad el primer día de aquel curso! Por fin éramos mayores y vestíamos como queríamos, o eso creíamos entonces. Yo odiaba el uniforme pero mi madre lo adoraba, siempre decía que era un invento genial, nos ahorraba una discusión diaria -desde pequeñita fui rebelde- a la hora de vestirme para ir a clase. Pasados los años he de reconocer, una vez más, que mami tenía razón. En este asunto estamos divididas, por lo que el viernes las chicas le pidieron a Gabi su voto para dirimir la cuestión de uniformes sí, uniformes no. Dos de las chicas son partidarias de que los peques tengan libertad de vestuario en el colegio, como la tuvieron ellas y la tercera de las chicas y yo, que íbamos al mismo cole, a la misma clase y somos amigas desde los catorce, somos partidarias del uniforme y de lo que ello conlleva: por un lado evita problemas a los padres y por otro espolea la rebeldía de los infantes contra las normas y les obliga a luchar por encontrar su propio estilo. Yo sólo les encuentro dos defectos, uno, que crean tribus y otro, que son antiguos y en general de bastante mal gusto. Una vez que le expusimos a Gabi nuestros argumentos nos pidió tiempo para deliberar ya que su misión era complicada. Su voto era el voto de calidad y decidía quien ganaba el debate. Su petición nos pareció justa y le sugerimos que cuando nos sirviese la segunda ronda de manhattan, nos comunicase su fallo, aceptó y así lo hicimos. Su voto fue para los uniformes. Ya sólo me queda hacer una petición. ¡Por favor!, que les den un toque más desenfadado, más juvenil, más moderno, más actual ¿Qué tal el adiós a las faldas tableadas, a las blusas, a los pesados zapatos, al azul marino, al gris, al marrón y hola a los colores alegres a los pantalones, las bermudas, las bailarinas, las faldas vaporosas lápiz y hasta a los vestidos?

lunes, 27 de julio de 2009

Un verano en la Provenza

Cinco, cuatro, tres, dos, uno… Comenzó la cuenta atrás. El sábado despegamos rumbo a la ciudad de los sueños, allí nos esperan diez días de amor y lujo. Vuelvo a casa, cambio de equipaje y de compañía, y me voy quince días a Isla Mauricio. Como volveré agotada del viaje, los últimos cinco días de vacaciones los pasaré relajándome para afrontar el crudo invierno en un paradisíaco Spá del Valle de Arán. El viernes ultimamos los detalles. Pasamos por la agencia, recogimos los billetes, confirmamos el hotel. Mientras cenábamos repasamos las cuatro maletas, a fin de no olvidar nada. Teníamos que llevar un sinfín de cosas para la mañana, la tarde y la noche. La ciudad y la campiña. La tarde de shopping y la mañana de museos. El teatro, la ópera, el ballet, el Mouline Roge… Para pasear la ciudad, para adentrarnos en el barrio Latino, con sus callejas, sus cafés, sus restaurantes, sus conciertos de Jazz, para vivir la bohemia de Momatre, con sus pintores callejeros y esa luz tan especial que envuelve toda la ciudad, en suma, para disfrutar París la nuit. Sólo hay algo que echaremos de menos y que París no tiene ni nunca tendrá: los manhattan de Gabi, por eso el viernes le pedimos que nos los preparase un poquito más chispeantes que de costumbre, para poder llevar su sabor en la piel. Repasando el equipaje nos dimos cuenta que nos faltaban algunas cosillas así que aprovechando las rebajas el sábado nos fuimos de compras.
Resulta imprescindibles para visitar los alrededores de París llevar unos shorts vaqueros y los Levi’s etiqueta roja 501 sientan de maravilla. Lo más cómodo para caminar son unas alpargatas, las de Castañer además de cómodas tienen un interesante toque chic, hay que meter en la maleta unas sandalias romanas, muy fashion y fresquitas y para la noche nada tan sexy como los taconazos de Manolo Blahnik. Un Bolso bandolera para el día con flecos y de estilo neohippy y un birkin para las tardes, la noche vamos a guardarla en una mínima carterita de carey. Hemos de ir cómodas, fashion, elegantes y sexys así que tanto en la maleta de las chicas como en la mía habrá un mono estampado que es el top del verano, yo me he comprado uno de Miss Sixty divino; un largo y vaporoso vestido hippy, otro con cuello halter y falda globo y varios minis, brillantes y sensuales; unos pantalones pitillo, unos capri, unos bombachos y unos baggy pants, una falda lápiz de cintura alta y otra vaporosa, un top asimétrico, de tirantes, con un solo tirante, con escote palabra de honor, un par de blusones con un hombro desnudo y divertidas camisetas. No llevamos prendas de abrigo ¿Alguien se imagina por qué?


Un americano en París

Tengo colgado en mi despacho un calendario y cada mañana, lo primero que hago es tachar el día. Ya tengo 194 cruces, sólo me quedan por marcar 13, y seré libre durante 31 maravillosos días, pero como no todo podía ser felicidad, había una pequeñísima nube que empañaba mi dicha, todavía no sabía qué iba hacer con mis vacaciones. Bueno, pensé, esta tarde seguro que las chicas me ayudan a escoger destino, y así fue. Curiosamente ellas tenían la misma preocupación que yo y las cuatro llegamos cargadas al restaurante con un montón de folletos de viajes. Gabi, después de ver llegar a la última de mis amigas, no se pudo reprimir y cuando se acercó a nuestra mesa con los manhattan, nos preguntó con mucha sorna que si pensábamos montar una agencia de viajes. Ninguna le contestamos. Son ya muchos años y sabe que siempre se repite la historia. Somos chicas de last time. Acordamos decidir primero el destino común pero sin darnos cuenta, lo que hicimos fue elegir cada una sus vacaciones: Jordania, Isla Mauricio, Canadá y Tanzania, pero nuestro viaje se nos resistía, cuando entraron dos señoras comentando que ya habían visto en una revista las tendencias para 2009/2010. Claro, dije acaba de celebrarse la semana de la moda de París, y entonces me di cuenta. París. Ese era nuestro destino. La ciudad perfecta: belleza, cultura, romance y compras. Con suerte algún adelanto del invierno podremos traernos.
París fashion week sigue siendo la catedral de la moda. Milán, Nueva York, Madrid son los grandes, pero París es la reina, la alta costura. Sinónimo de clase, elegancia, estilo y dinero. De Valentino a Chanel pasando por Saint Laurent, Dior, Givenchy, Lacroix, Gaultier, Armani Privé, Elie Saab, Hermés, Prada... Los gurús de la moda, qué mujer no ha soñado alguna vez con lucir un modelo de alta costura diseñado por cualquiera de ellos, no un complemento, un perfume o un maquillaje. No. Eso es fácil de tener. Un traje y si es de noche aún mejor, pero ese sueño sólo está al alcance de unas pocas y precisamente ahí radica su encanto, en que gracias a que sabemos que es una quimera, podemos seguir soñando un día y otro y otro, sin miedo a que la realidad nos despierte de un sopapo. Aunque este invierno tampoco estén físicamente en nuestros armarios si lo estarán a través de sus colecciones de pret a porter o de las de sus discípulos en los ali-in-one o en los jumpsuit que luciremos, en los estampados animales, en todas las tonalidades del blanco, en los negros, nude o azul carbón que nos invadirán, en los encajes y las lentejuelas o en las prendas superpuestas y de grandes volúmenes ¿Se hará realidad el sueño este verano?

Ni un pelo de tonto

La madrugada del viernes tuve una pesadilla terrible. Soñé que una bruja me maldecía y que todos los días al levantarme encontraba la almohada tomada por cabellos, hasta que un día al despertarme sólo había un pelo en mi cama, mi último pelo. Me tocaba la cabeza y estaba calva. Entonces, se me aparecía la bruja y me decía que nunca más volvería a tener mi hermosa cabellera; en ese momento me desperté bañada en sudor y desesperadamente me toqué. El pelo seguía ahí. Encendí la luz, me levanté y me dirigí al espejo. Me pasé la mano por la cabeza y unos cuantos cabellos me cayeron en la mano. Me invadió el terror. Eran las cinco de la mañana y no podía telefonear a las chicas. Me serví un manhattan y tomé una determinación, a primera hora iría a cortarme el pelo, con esta resolución me acosté, pero apenas pude dormir. A las nueve llamé al periódico y les dije que si me necesitaban me localizaran en el móvil y me fui a la peluquería. Nada más llegar le dije a mi estilista que me cortase el pelo. Se extrañó pero no dijo nada. Cogió la tijera y antes de empezar me comentó los cortes que se llevan esta temporada para que juntas escogiésemos. Un estilo informal y desenfadado es el corte a navaja, degradado y con color; para mujeres seguras de sí mismas el arriesgado corte Garçon es ideal; el estilo Bob pero muy asimétrico es puro glamour; para un look femenino y moderno el cabello corto y ondulado, estilo años 60, con un twist de rebeldía, mucho brillo y volumen en las puntas; otra opción es la media melena lisa en un tono, con un misterioso fleco largo lateral. Preciosos, pero no me sentí capaz. Soy una adicta al pelo largo. Le conté la pesadilla y después de darme un cariñoso tirón me propuso retocar el corte, el color y hacerme un peinado fashion: la trenza, deshecha, lateral o romana. Acepté y comenzó a arreglarme. Mientras lo hacía me comentó que se lleva mucho el look romántico con largas ondas naturales en un único tono muy brillante, las melenas extra lisas, las de largo XXL con mechones caídos y las largas y rectas y entre los peinados destacan los sexys recogidos con efecto mojado o con rebeldes mechas que simulan desorden, los elegantes rodetes formando un chignon, las colas de caballo laterales y los peinado con raya en medio bien definida.
Esa noche se lo conté todo a las chicas. Primero se horrorizaron, luego me regañaron por no haberlas llamado, después me felicitaron por mi peinado y por último pidieron cita en la pelu. Y Gabi, al verme, me piropeó. ¿Podré alguna vez desengancharme de esta adicción?

Y Dios creó a la mujer

No puedo abrir los ojos. Los párpados me pesan, la cabeza me va a estallar y creo que me duelen hasta las uñas. Cuando en el siglo pasado Mecano cantaba aquello de “hoy no me puedo levantar, el fin de semana me dejó fatal, toda la noche sin dormir, bebiendo, fumando y sin parar de reír” ¡que lejos me encontraba de saber que un día yo me sentiría como la prota de la canción! Anoche celebramos la despedida de soltera de una amiga, ella se despidió de su soltería y yo, casi, casi de la vida. Lo único que me consuela es que las chicas, están igual que yo. Aún así mereció la pena. El viernes las chicas y yo nos reunimos para cenar y decidir qué le íbamos a regalar a la novia en su despedida. Queríamos que fuera algo muy personal pero no acabábamos de encontrar lo que buscábamos y ya empezábamos a desesperar, cuando Gabi, mientras nos servía unos manhattan, comentó que uno de sus sueños de siempre era regalarle ropa interior a una novia en vísperas de su boda. Ese, era el regalo que buscábamos. Delicado, personal, íntimo y seductor... Ya, sólo nos quedaba barajar las opciones del mercado.
Las medias de Wolford, en blanco roto rematadas con un suave encaje son perfectas para una novia. Nos decantamos por un glamouroso conjunto de braguita y sujetador de La Perla, muy romántico, de color marfil, en encaje y seda para la novia. Yo me compré un sofisticadísimo dos piezas estampado con efecto acuarela, ribeteado con encaje en tonos fresa, fashion total; una de las chicas eligió un seductor conjunto de Gemma de sutil encaje y delicado tul en negro que resultaba cautivador, otra de mis amigas se autorregaló un moderno y elegante básico de Belcor en negro y la tercera quedó fascinada por las transparencias estampadas de Intima Cherry. Para una noche de pasión descocada Chantal Thomas presenta una colección con un toque retro en encajes, sedas y satén rojos o negros inspirada en las pin up, la mujer fatal del cine negro y las bailarinas de cabaret. Los corsés de Etam en rojos y negros, llenos de encajes y transparencias son pura sensualidad y los de Pleasure State bordados en plata sobre negro y con destellos de Swarovsky, acompañado de un culotte, una braguita de talle bajo o un string, son una obra de arte. Dudamos entre un top y un short en amarillo lima estilo Basic chic de Malizia, un baby doll imitando un romántico jardín en rosa melocotón de Joelle, un satén perlado de picardías y tanga de Intima Cherry o un sexy camisón largo de tul y encaje de Jennifer López. Éste era el más adecuado. ¿Buen regalo para el novio verdad?

lunes, 29 de junio de 2009

Blancanieves y los 7 enanitos

Hacía tiempo que no me reía tanto. Anteayer, cuando llegué a la redacción encontré una carta sobre mi mesa. Estaba escrita a mano, y me llamó la atención. Al cogerla, vi que sus trazos eran gruesos, irregulares e infantiles. La abrí con curiosidad y a medida que iba leyendo, en mis labios se iba dibujando una sonrisa que rompió en una estrepitosa carcajada. Cuidadosamente la guardé en mi bolso y pasé el día mirando el reloj, estaba ansiosa porque fueran las nueve, me moría de ganas de compartir “aquello con las chicas”. Daban las nueve cuando entré en el restaurante, le pedí un manhattan a Gabi y volví a releer la nota mientras esperaba a mis amigas. Cuando llegó la última les dije que tenía algo importantísimo que contarles. Desplegué una hoja de papel y leí: “Hola. Soy Mónica y tengo cuatro años. Mi mamá siempre te lee y dice que eres guay, pero yo no te quiero porque nunca cuentas cosas ni para mí ni para Nacho (escribe él, yo no sé), sólo para mamá y tita. Nosotros también queremos ir guapos. Adiós“. Primero estupefacción, después sonrisas, luego risas y por último la promesa de que esta columna sería para los niños.
En la FMI hemos visto las propuestas de los diseñadores infantiles para la primavera-verano 2010. La colección marinera de DC Kids, en rojos, marinos y blanco, inspirada en Saint-Tropez está llena de glamour. Las niñas coquetas y clásicas se encontrarán cómodas con las Flores XXL en tonos verdes, azules o coral de Oh Soleil. El toque hippie lo ponen las rosas y las margaritas desbordantes de luz y color de Agatha Baby. Para los junior más modernos AKR nos presenta una colección en blanco y negro combinada con colores primarios y motivos pop y geométricos para los niños y con volúmenes, frunces y estampados bitono para las niñas. El parque, los columpios, las vacaciones requieren ropa adecuada o lo que es lo mismo, Denim y camisetas tintadas con aire desgastado en amarillos, azules y naranjas de Bóboli y para el campamento de verano Cakewalk propone en lila, vede claro, rojo, amarillo, la impresión fotográfica, a veces tridimensional, sobre felpa. Divertidísimo el impermeable que se guarda en su bolsa y se convierte en una flor. Las princesitas tienen su look total en las faldas de vuelo y los boleros blancos y azules, con bordados o grandes lunares de Lourdes, en los cuadritos de vichy y los lunares rojos, rosas, verdes y azules de MM-Pi o en los volantes de Tuc Tuc. En Oca-loca cada traje tiene un zapato perfecto: mocasines valencianos, palas trenzadas o sandalias con flecos, lazos, borlas o lentejuelas, en plata, oro, fucsia, rojo, blanco y negro. ¿Querrán Mónica y Nacho ser ahora mis amigos?

El aviador

Una crisis nerviosa. El viernes tuve un ataque de nervios. Fue horrible. Por unos segundos me sentí desamparada, perdida igual que Chencho el día de Navidad. Ellas siempre van conmigo. En invierno, en verano, de día, de noche, con sol, con lluvia nieve o viento. Casi siempre están en su lugar, aunque a veces se apoyan en el pecho o descansan sobre mi cabeza y sólo, a altas horas de la noche, duermen en el bolso, pero el viernes no estaban en ninguno de esos sitios y me angustié, me angustié mucho. No puedo salir a la calle sin ellas, son parte de mí, las necesito. Si alguna vez las olvido, esté donde esté, vuelvo a buscarlas. Siempre están allí esperándome. Entonces las cojo, me las pongo y salgo fuerte y segura a enfrentarme con el mundo, por tanto era imposible que las hubiera olvidado, lo que sólo podía significar una cosa, que las había perdido. Y eso era realmente grave. A Gabi casi se le cae la bandeja cuando di un grito al comprobar que tampoco estaban en el bolso. Una de las chicas intentó calmarme mientras otra las buscaba por el suelo y la tercera me quitaba la cartera y volvía a mirar dentro. A los pocos instantes, sonriente, alzó un estuche. Lo abrió y … ¡Sorpresa! En su interior estaban mis adoradas gafas de sol. Respiré, y ya, relajadamente, con un manhattan en la mano les propuse hacer un recorrido por las miradas del verano.
El blanco al igual que el tamaño XXL, los anchos armazones de plástico y los colores vivos son tendencia. El complemento más chic ha de ser elegido cuidadosamente y con perspicacia, por eso mis amigas llevan cada una un estilo distinto de gafas. La de la carita redonda siempre escoge gafas de líneas rectas, otra tiene la frente ancha y las lleva redondeadas, la tercera, que es de rostro anguloso, las elige de formas curvas. y yo siempre las más fashion. El must have de la temporada son las Carrera, extra large, en rojo o amarillo ámbar. La tendencia de modernidad, provocación y originalidad la marcan las gafas galácticas estilo Star Treck, en todos los colores, incluso con luces que decoran la montura o el cristal. Son la estrella del verano. Las de mariposa de Guy Laroche, con grandes formas ovaladas o cuadradas y decoradas con strass de Swarovsky resultan seductoras y sensuales a la par que elegantes. La colección estilo vintage, inspirada en los 60 y los 70 de enormes formas y glamourosa decoración con embellecedores metálicos de Victorio & Lucchino es muy madura y tremendamente sofisticada. Sobrias y funcionales pero contundentes son las gafas en tonos tierra, negro o piedra de Adolfo Domínguez inspiradas en la naturaleza. ¿Alguien no quiere tener cuatro ojos?

lunes, 15 de junio de 2009

10, la mujer perfecta

Terrible. He tenido un puente terrible. El jueves madrugué. Me duché, desayuné, me puse el bikini, el correspondiente vestido-pareo, me calcé, cogí mi ipod, las gafas y el bolso playero. Ya lista para salir me eché un último vistazo en el espejo y entonces él, cruelmente, me devolvió la imagen de unas nalgas que apuntaban un inicio de celulitis. Temblando me arranqué el pareo y comencé a inspeccionarme. Primero el rostro, luego los senos, el abdomen, las caderas, los glúteos, las nalgas y por último las manos. ¡No! Ha llegado la hora de empezar a cuidarme, me dije y mañana es un buen día para ello, pero hoy me voy a la playa. Al día siguiente Gabi me saludó diciéndome que estaba muy ojerosa, lo cual, después de lo sucedido el día anterior significaba que estaba mayor y encima las chicas lo remataron con un ¡Qué mala cara tienes! No pude más y me eché a llorar desconsoladamente. Mis amigas no entendían nada y trataron de calmarme pero no lo conseguían, yo no hacía más que llorar y llorar hasta que apareció Gabi con unos manhattan y un vaso de agua. Bebí un poco, y conseguí tranquilizarme lo suficiente para contarles lo que me ocurría. Me llamaron tonta para después confesarme que ellas también habían notado los síntomas, así que quedamos en que al día siguiente iríamos a la caza y captura de cosméticos milagrosos.
Para atajar la piel de naranja es ideal el gel anticelulítico de la gama Body Excellence Remodelador de Channel. Las estrías tienen un enemigo mortal en Rilastil Intensive crema antriestrías; para alisar el vientre tenemos un mouse efecto liporeductor friotónico de Astor Shock celulitis de Corporación Dermoestética y para reafirmar el pecho es fantástica la crema Boob Job de Rodial. Una vez a la semana es imprescindible la exfoliante corporal. Body Performance de Esteé Lauder y a diario primero, para hidratar, la leche corporal anti-desechant, de Biotherm, luego para reafirmar Body Creator de Shiseido con efecto frío y para redefinir unificar el tono de piel Turnasound body smothing cream de Clinique. Las manos también merecen un cuidado especial con Sisleya global antienvejecimiento hand-care. Le toca el turno a la cara. Exfoliamos con Doux Peeling Visage de Clarins. Hidratamos con Sensai Essence de Kanebo, y nos aplicamos el oro líquido de cualquiera de las cremas de La Mer como poder global antiedad, nos hacemos un peeling para iluminar el rostro con Turnasound radiante peel de Clinique, nos ponemos Dermilid mascarilla para limpiar la piel y tonificamos con Rochas y acabamos cuidando los ojos con Skin caviar luxe eye lift cream de The Caviar Collection contra ojeras, bolsas, líneas de expresión, arrugas, sequedad y pérdida de firmeza y elasticidad. Y ahora qué, espejito ¿Quién es la más hermosa?

martes, 9 de junio de 2009

Aún sé lo que hicisteis el último verano

No me había dado cuenta de lo pálida que estoy hasta que el finde pasado me vi en bikini. ¡Qué horror! Como este año con tanto stress laboral no he podido tomar el sol parecía un merengue enfundado en un traje de baño. Normalmente en el mes de marzo empiezo a practicar en mi terracita, siempre sola, y al abrigo de miradas indiscretas o curiosas, mi deporte favorito, el “tumbing sun” que consiste, como su propio nombre indica, en tumbarme en una cómoda hamaca con la única compañía de mi música favorita, un manhattan y el imprescindible reloj, pues hay que controlar exactamente el tiempo de adoración al sol en cada postura, boca arriba, boca abajo y laterales para que el ejercicio tenga éxito y de esta manera cuando llego a la playa estoy ya morenísima. Siempre he huido de los autobronceadores pero este año los necesito, y las chicas, aunque no quieran reconocerlo, también. ¡Están de pálidas!. En dos o tres fines de semana en la playa cogemos color, pero mientras el moreno llega me he ido de compras y he hecho acopio de autobronceadores par las chicas y para mí. He comprado un montón de cremas. Para el rostro, los ojos, las piernas, el cuerpo, hasta un bronceador con efecto anticelulítico como la FP15 Aloe Vera, y otro con efecto reafirmante antienvejecimiento de Lancaster además del Dior Bronze Self Tanner Geleé para conseguir un bronceado gradual… Y, claro, tampoco podía faltar el aceite para masajes. Genial el de Argan de Yves Rocher, oro líquido con un alto poder antioxidante.
El viernes, Gabi, cuando me vio entrar, me dijo que estaba espectacular; que el moreno me sentaba de maravilla. Yo le guiñé un ojo y maliciosamente me reí. Las chicas, al verme, lanzaron una exclamación de sorpresa y entonces yo, abrí el bolso, saqué tres bolsas y le entregué una a cada una. Al tiempo que las abrían les fui revelando mi secreto para lucir tan estupenda. Me había aplicado Bronzing Powder tono refined golden que tiene un acabado perlado que imita el efecto del sol en frente, nariz, barbilla y mejillas, debajo y para luchar contra la edad me había dado Sunleyä Protection Solaire anti-âge y en el contorno de los ojos, para prevenir las arrugas e hidratar Eye Cream de Shiseido. En las piernas, como fondo de maquillaje me había aplicado un precioso dorado Glam bronzé de L’Oreal, y para conseguir un look húmeda y una apariencia brillante, Stick, de Michael Kors. El tono bronceado del cuerpo lo había conseguido con el Body Glow de Nass con extracto de chocolate y el aspecto aterciopelado con la leche corporal Ramo de Oro de L’Occitante con extracto de olivo. ¿Me perdonará el sol esta pequeña infidelidad?

Un, dos, tres... Splash

Comentaba el viernes con las chicas, saboreando un manhattan, que este año íbamos muy retrasadas. Estamos ya a finales de Mayo y todavía no hemos inaugurado el verano. Tenemos que hacer algo y hacerlo ya, les decía. Entonces, durante unos segundos, las cuatro nos quedamos en silencio, absorta cada una en sus pensamientos. Yo me perdí en la profundidad del mar y empecé a soñar despierta con caballitos de mar, sirenas, veleros… hasta que un chasquido me hizo volver a la realidad y me encontré con tres caras interrogantes. No tenía ni idea de lo que habían estado hablando y menos todavía de cuál era la pregunta cuya respuesta estaban esperando. ¡Menos mal que tengo mucha práctica en salir airosa de situaciones como ésta! Abrí mucho los ojos, sonreí abiertamente, apoyé los brazos en la mesa y les dije que era una estupenda idea, mientras pensaba: espero no equivocarme. No, no me equivocaba. Las chicas habían pensado que la mejor manera de abrir oficialmente el verano, era pasando el fin de semana en la playa. Llamamos a Gabi y reservamos mesa para la noche del sábado y para el domingo, con paella incluida. Ya sólo quedaba pendiente un pequeñísimo detalle sin importancia. Los trajes de baño. No teníamos. Cómo solucionar el problema. Muy fácil. Haciendo lo que hicimos, irnos de compras la mañana del sábado para estrenar equitación por la tarde.
Vimos bikinis, tankinis y mallas. Diseños asimétricos, con efecto push up para el busto o amoldando y acomodando la cintura, lisos o con estampados étnicos, tropicales, escoceses y psicodélicos aunque lo más fashion son los lunares y el estilo retro. Gottex presenta una colección lujosísima, extravagante y teatral que traslada todo el glamour de Broadway a la playa con minúsculas piezas entre las que destacan los escotadísimos bandeau de una pieza en blanco, negro, fucsia, amarillo (me lo compré). Anaís ha elegido colores vivos y contrastantes y estampados retro; una de mis amigas se llevó unas mallas blancas con lunares negros, divinas. Con los tankinis en rojo, azul, verde y morado, sexys y juveniles de Victoria Secret picamos las cuatro. Una lo compró con short, otra con mini, la tercera con cinturón y yo con escotazo. Sus bañadores estilo James Bond resultan más sensuales que los bikinis. No me pude resistir a la originalidad de Aguaclara y sus bikinis estilo sirena en tonos metálicos, brillantes como el plata o el verde. Sofisticada y delicada es La Perla que con sus exclusivos drapeados, efectos de holograma y reflejos acuáticos evoca el embrujo neoyorquino de La Gran Manzana. Sus tótem, el negro, el bronce y el plata. Muy estilosos y femeninos los modelos en turquesa y ciruela con escote halter y grandes lazos de Guillermina Baeza. ¿Bikinis, tankinis o amores de verano?


Cuatro bodas y un funeral

Hay tres cosas que siempre he querido hacer. Una, tirarle una copa de vino blanco helado a la cara a mi chico en medio de una discusión, en un restaurante carísimo, levantarme parsimoniosamente y con un golpe de melena, marcharme, dejándole plantado. Otra, darle a un hombre una sonora bofetada emulando la que Jhony le dio a Gilda y la tercera se hizo realidad el viernes, cuando llegué a mi cita con las chicas tarde, me acerqué tranquilamente a ellas, muy pausadamente abrí el bolso, saqué un sobre marfileño que dejé caer con calculada lentitud encima de la mesa y, sin despegar los labios, mientras las miraba sin expresión alguna en mi rostro, con un gesto, le pedí a Gabi un manhattan. Cuando abrieron el sobre y leyeron su contenido hicieron una mueca de fastidio. ¡Otra boda! Por qué la gente tendrá la manía de casarse, farfulló una de las chicas, a la par que otra apuntillaba cínicamente: mientras no celebren luego el divorcio. Gabi al ver la invitación, nos espetó con su humor negro que él prefería los funerales siempre que no fuesen propios, resultaban más cortos, menos aburridos y más baratos. Yo les dije que no estaba tan mal, ya teníamos otra excusa para ir de compras.
Es imperdonable que una novia civil y una canónica se vistan igual. Cada escenario requiere su vestuario. Igual que a nadie se le ocurriría en una película del Oeste vestir a los vaqueros de indios y a los indios de vaqueros no entiendo por qué en las bodas sí se hace. En la iglesia, ni escotazos ni trajes cortos y sí cola, velo o mantilla; en el Juzgado ni cola, ni velo ni mantilla y sí trajes cortos, sombreros y escotes. Zapatos de tacón midi y sencillo ramo. Los colores, blanco, marfil, perla y pasteles.
Una novia clásica va perfecta con el inefable traje de chaqueta acompañado de un cuerpo sutilmente bordado a juego con el tono del traje, un recogido informal con mechones sueltos y un discreto tocado. Si se le quiere poner una nota atrevida al clasicismo, simplemente hay que sustituir en el traje la falda por el pantalón y adornar el pelo con diminutas flores naturales. Otra opción es el dos piezas, siempre una bordada, con manguita, marcando la cintura y en dos tonos. El pelo, semirrecogido. No obstante, el top siguen siendo los vestidos. Muy elegantes para el día los rectos con abrigo tipo levita. El cabello suelto y con sombrero. Para la noche, largos pero sin cola. Para novias románticas las faldas son vaporosas, y profundos los escotes en V, las princesas lucirán el estilo imperio y las sexys y juveniles los escotes palabra de honor con falda ceñida y todas llevarán moño. ¿Cuál es tu sueño?

27 vestidos

He hecho limpieza de armarios. Me encanta. Sólo hay algo que me gusta más que comprar y es tirar. Dos veces al año soy totalmente feliz.: cuando termina la temporada de invierno y cuando se despide el verano, entonces me arremango y empiezo a desechar ropa, zapatos, complementos, de todo. Me lo paso genial. Es una sensación increíble, la adrenalina se me dispara y me vuelvo loca hasta el punto de que las chicas se han constituido en censoras y una vez terminada la limpia, antes de que definitivamente me deshaga de ello, pasan por casa para supervisar una por una las bolsas apiladas y siempre me rescatan algo. Según ellas como ya no tengo excusas para ir de compras, me he inventado la estrategia de tirar para hacer sitio en el ropero y poder seguir comprando. En el fondo creo que tienen razón pero ni se lo reconozco ni se lo reconoceré jamás.
El viernes, después del deber cumplido, me fui tan contenta a reunirme con las chicas. Cuando llegué les conté que había cribado mi guardarropa y que urgentemente tenía que ir de compras porque me había quedado con lo puesto. Cundió la alarma, le pidieron unos manhattan a Gabi y mientras los tomábamos me hicieron prometer que hasta que ellas no inspeccionaran las bolsas no las daría. Les di mi palabra de que así lo haría con la condición de que al día siguiente me acompañasen a comprarme unos cuantos vestidos, la prenda top de la temporada. Hay para todos los gustos, largos, minis, midi, asimétricos, con escote halter o palabra de honor. Yo me voy a comprar uno de cada tendencia empezando por los minivestidos joya de Balmain que son exactamente eso, una joya, ideales en amarillo, el color del astro rey. Just Cavalli se ha decantado por los tonos azules y el corte tubo hiperfemenino, me encanta el estilo diosa griega, drapeado y con un hombro al aire en tonos empolvados que resalta sutil y delicadamente nuestra figura, espectaculares los de Valentino. Comodísimos los románticos y multicolores vestidos hippie de luxe, años 70 con mangas murciélago tres cuartos, largos o cortos, con flecos, volantes o ganchillo de Diane Von Fustenberg; los más elegantes son los de corte sirena en tonos morados de Pepe Botella, los más fashion los de cuello halter y falda globo estampados o lisos en turquesas, rosas… de Etxar y Panno y muy sexys los microvestidos y los midi con dibujos grafitteros de varias tonalidades o de una sola, con dos tirantes o con un hombro al descubierto y terminado en volantes de Elie Saab y para un look más formal los escotes corazón y las faldas lápiz en rojo de Carolina Herrera ¿Tendré ahora espacio en el armario o tendré que volver a hacer limpia?

lunes, 1 de junio de 2009

Nefertiti, la reina del Nilo

Mayo me resulta especialmente antipático. En general, la primavera no me cae muy bien, pero Mayo… Según los cursis es el mes de las flores. ¡Tan bonito! Los almendros florecen, el campo, sembrado de humildes margaritas y explosivas amapolas es como una postal ñoña. Los adolescentes se enamoran, las novias se engalanan y los niños se disfrazan de princesitas y marineros, pero… qué pasa con las gramíneas, el polen y demás elementos de la naturaleza, que año tras año atacan sin compasión mis ojos, hasta lograr que casi me los arranque, mi nariz, que cada día se parece más a la de Cyrano y mi garganta cuya tos recuerda a Margarita Gautier. El viernes me encontraba tan mal que envié un sms a las chicas diciéndoles que no me esperasen. No recibí respuesta, pero tampoco me extrañó. Me puse cómoda, cogí una caja de clínex, mi arsenal de medicamentos, el mando de la tele y me tumbé a esperar que los antihistamínicos me dejasen grogui. Empezaba a adormecerme cuando sonó el timbre, me arrastré hasta la puerta y allí me encontré a las chicas y a Gabi con una enorme caja. Mis amigas habían decidido que si yo no podía reunirme con ellas, ellas sí podían reunirse conmigo así que habían encargado una cena para cuatro, a domicilio, con manhattan incluido. Y allí estaba. Pero había otra sorpresa, un montón de revistas de bisutería. Su sentido del humor es bastante negro, y claro, como venían a ver a una alérgica, nada mejor que traerme unas cuantas publicaciones en las que pueda encontrar todo aquello que me produce alergia, porque sí, también me da reacción la bisutería. Se lleva la bisutería XXL, muy barroca y de formas suntuosas, pero sólo una gran pieza, o pendientes o collar, o sortija o brazalete y el broche con pendientes mini. Los más fashion son los mega collares, que pueden ser tipo colgantes babero con grandes piedras entrelazados alrededor del cuello como los de Marc Jacobs o Prada, tener un cierto aire bizantino como los de Lanvin, cuajados de cristales los de Swarovsky, tipo africano con cuentas hindúes, los de Louis Vuiton o con elementos esmaltados los de Loewe. YSL jewelry tiene unos sofisticados anillos de metal engastados en piedras semipreciosas como la turquesa el lapislázuli, el ámbar… que son puro diseño, ingenio y buen gusto. Tremendamente carismáticas las pulseras con charms de Uno de 50 que conforman un estilo auténtico en tonos luminosos y vibrantes, sin olvidarnos de los brazaletes estilo Pandora de Lovelink para mujeres chic. En los broches triunfa el estilo vintages desmesurados y aparatoso. Los grandes aretes de Christian Lacroix son voluptuosos aunque el must haven son los caravana con clip de la abuela, modernizados. ¿Qué elegiría la reina del Nilo?

lunes, 4 de mayo de 2009

Gabriela, clavo y canela

Llevo el olor del mar en la piel. Nací en un puerto de mar y por mucho tiempo que pase sin ver su rostro, siempre vuelvo a él. Las olas me atrapan, la espuma batida me hipnotiza y su aroma me cala el alma. Ni puedo, ni quiero vivir sin él. A veces necesito alejarme durante un tiempo, como se aleja una, de esos amantes fieles que siempre satisfacen tus caprichos, para correr a acurrucarse en los brazos del truhán embaucador y sinvergüenza que siempre te destroza. Y cuando ya no eres nadie, sólo añicos, vuelves la vista atrás y lentamente regresas a los brazos seguros y confortables de quien siempre te espera, pues así, yo, siempre vuelvo a los brazos del mar, mi eterno enamorado. Y el viernes, de la mano de las chicas me reencontré con él. Primero su perfume, después su color y por último su sabor, pero hay algo más. Volver a sentir el mar sobre mi piel significa también decirle adiós a Manolo y hola a Gabi. Tristeza y alegría. La vida. Cuando llegamos, todo estaba dispuesto, la mesa, las flores, las velas olorosas y los manhattan helados. Gabi nos recibió con unas palabras desconcertantes: "Estáis preciosas y creo que tenéis muchas novedades porque las cuatro habéis cambiado de perfume", que nos hicieron pensar porque ambas cosas eran ciertas, como también lo es que el olor de cada persona es el olor de su personalidad.
Entre las novedades de la temporada está Pretty de Elizabeth Arden, una fragancia muy romántica, casi etérea, que hace que por un instante volemos como Campanilla, para contrarrestar tanta delicadeza llega llena de energía Love of pink, de Lacoste. Con unas gotas, el ejecutivo más agresivo quedará abrumado por la vitalidad de su oponente. Rock Princesa de Vera Wang, con un toque de coco, es diferente, rompedora, atrevida. Gucci nos presenta Flora, una colonia hiperfemenina, suave y sensual. Be Givenchy está pensada para chicas modernas, activas y glamourosas y Fleur D`Oranger de Prada para mujeres ingenuas, dulces y soñadoras. Cocó Chanel estaría feliz con la creación de Cristalle Eau Verte. Como ella, exclusiva, natural y elegante. Atractiva y chic resulta Miss Dior Chérie L`Eau. Christian Dior, el creador de la clásica Miss Dior la definió a la perfección diciendo que era una fragancia que inspira el amor. La edición veraniega de Ma Dame Eau Fraiche de Jean Paul Gaultier es para mujeres que desean perdurar en el tiempo, y la más innovadora es la esencia ecológica H2O de Tous. Gracias a ella, por fin, podemos decirle adiós a las alergias y hola a los perfumes. El olor de la infancia, el olor de la juventud, el olor del mar, todos guardados en el alma pero ¿Cuál es el olor del alma?

martes, 28 de abril de 2009

Anónimo veneciano

Cuando vuelvo del trabajo lo primero que hago es recoger la correspondencia. Normalmente son cartas del banco, propaganda o invitaciones para actos sociales, pero el viernes no. Algo raro ocurrió. Mientras abría el buzón, sentí un escalofrío, miré y vi un extraño sobre. Era alargado, de color violeta y sin matasellos. En cuanto entré en casa, solté el bolso, tiré los tacones y abrí el misterioso sobre. No podía creerlo, era un anónimo hecho con recortes de periódico, como en las películas, que decía: “el día uno las chicas y tú tenéis una cita conmigo. No faltéis. Tienes siete días para averiguar dónde y con quien. Un amigo”. Sinceramente, sentí miedo. Aquello era obra de un loco, así que me guardé la carta, dejé la luz del salón encendida, eché las persianas, cerré la puerta y me fui, vigilando mi propia sombra a cada paso, a encontrarme con las chicas. Cuando llegué llevaba tal cara de susto que Manolo prácticamente me sentó, me quitó el abrigo y me trajo agua al tiempo que mis amigas me interrogaban con la mirada. Saqué el anónimo y se lo entregué. Palidecieron. Entonces Manolo lo cogió, lo leyó y sonrió amargamente, a la vez que tristemente nos decía que si lo leíamos con detenimiento, descubriríamos al autor; sino era así, a cambio de que le contásemos que complementos masculinos eran los it de esta primavera, al final de la noche nos desvelaría su identidad. Decidimos aceptar su propuesta y tras saborear un manhattan, satisficimos sus deseos.
El top de la temporada son los sombreros. El borsalino de Pull and Bear en rafia negra, tan característico de Don Corleone, imprime personalidad y si es en tono crudo pierde su toque mafioso de familia. Para un look vintage tipo Indiana, Bogart o Sinatra hay que decantarse por el modelo Fedora, y si es en azul eléctrico, tanto mejor, pero sin duda los más preciados son los panameños, sexys y de alegres colores como los de Salvatore Ferragamo. Una variación más desenfadada y juvenil son las boinas en tonos atrevidos como el amarillo, de Disquared2 o las glamourosas gorras de béisbol en rosa, vede agua, turquesa, rojo, naranja, o de cuadros brillantes de Tommy Hilfiger. Para el fondo de armario imprescindible un bolso para los documentos o el ordenador portátil. Funcional y exclusivo el de Louis Vuiton en camel y muy chic su versión adulta de la mochila escolar, pero el detalle verdaderamente fashion está en la muñeca, en las pulseras de piel con cierre metálico y en un discreto marrón. Divinas las de Dyberg/Kern.
Se disponía Manolo a cumplir su promesa cuando se me escapó un grito: ¡Gabi! Manolo sonrió. El rompecabezas encajaba. Había llegado la primavera y volvíamos a la playa ¿Quién merece el borsalino Manolo o Gabi?


Piratas del Caribe

El romanticismo ha vuelto. Venía intuyéndolo desde hace meses, pero la otra mañana lo confirmé, cuando, como cada día a las nueve en punto, me despertó esa voz que de lunes a viernes, como al resto de sus oyentes, me devuelve a la vida, informándome con una perfecta asepsia profesional que los piratas habían sido abatidos. Me hundí en el pesimismo, y comencé a contar ansiosamente las horas que faltaban para reunirme con las chicas y compartir con ellas mi desazón. Habían acabado con los últimos románticos y ello me hería el alma.
Me recibió Manolo diciéndome que mis amigas no habían llegado. No me apetecía estar sola mientras las esperaba, así que me senté en la barra a tomarme un manhattan y charlar un rato con él. Cuando llegaron las chicas, Manolo y yo estábamos enfrascados en una ardua discusión. Él consideraba que los piratas son unos seres crueles y sanguinarios y yo que son los últimos idealistas de un mundo banal. Son audaces, inconformistas y aventureros y sino que le pregunten a Olivia de Havilland por Errol Flynn o a Serrat. Una de las chicas compartía la tesis de Manolo y las otras dos se alinearon conmigo. Después de un largo debate, una de mis amigas zanjó el tema a nuestro favor con un argumento irrebatible. La creación de una prenda tan sexy, libre y femenina como los pantalones piratas, tan de moda esta temporada, sólo puede ser producto del romanticismo y así, concluimos la noche hablando de pantalones. Esta primavera triunfan los baggy pants que son perfectos para la noche, pero si además queremos convertirnos en la reina del party los azul satinado de Chloé nos entregarán el cetro y la corona. Para un look diurno, chic y moderno me inclino por unos Ralph Lauren en tonos ocre con brillos, complementado con sombrero y bandolera. El must de la temporada es la propuesta rockera, los pantalones pitillo, pero en cuero y si combinamos el cuero y el vaquero ya no podrán olvidarnos. Con los rombos blancos y negros de Moschino nos convertiremos en Arlequín y de su mano regresaremos viajando en el tiempo hasta la comedia del arte italiana y gracias a los bombachos amarillos de Alexander McQueen seremos el genio salido de la lámpara de Aladino. Los pantalones XXL de Lacroix nos permitirán ir cómodas y elegantes y los tobilleros en tono maquillaje de Yves Saint Laurent sexys y provocadoras. Los chupines se transforman y Preen nos presenta una colección llena de glamour, con pliegues a la altura de la cintura. Los Zac Posen blancos hasta la rodilla resultan tan ingenuos que son irresistibles y el estilo capri en blanco, azul o rojo con rayas marineras de Armani transmite una imagen hiperfemenina. ¿Existirá un pirata para cada mujer?

domingo, 12 de abril de 2009

Un toque de distinción

Las chicas y yo hemos pasado unos días estupendos sin procesiones, sin playas, sin avalanchas de turismo y casi sin noticias, pero sólo casi porque nos fue imposible obviar la crisis de gobierno. Encendíamos la tele, crisis, poníamos la radio, crisis, cogías un periódico, crisis. En todas partes crisis, así que también nuestro tema de conversación principal acabó siendo la remodelación del gabinete, pero a pesar de este contratiempo, si yo fuera empresaria diría que hemos cumplido nuestro objetivo: divertirnos hasta el aburrimiento. Tanto es así que estamos pensando en repetir el año que viene. No obstante, he de confesar que no nos hemos desligado totalmente de la Semana Santa. Algún que otro paso vimos en la tele y ayer llamamos a Manolo para que nos contase cómo le había ido. Todo salió perfecto, su hermandad desfiló sin contratiempos y, cómo todos los años, aunque exhausto y afónico, estaba pletórico. También nos comentó que estaba deseando conocer nuestra particular visión de la crisis ministerial, a lo que le respondí que me leyera el domingo en Odiel. Prometió hacerlo y con esa promesa nos despedimos.
Tras ver las imágenes del juramento del cargo en televisión y la foto de familia en la prensa, esa misma noche, nos dedicamos, manhattan en mano, a diseccionar el vestuario de los nuevos ministros en sus primeros actos oficiales. Ellos iban correctos. Lo cierto es que los hombres tienen fácil ser exactamente eso, correctos; tan difícil es que destaquen por su estilo, como por lo contrario. Basta con que cumplan unas normas muy simples, que son las que siguieron los nuevos ministros, para no llamar la atención y con eso es suficiente. Sencillamente tienen que elegir un traje sobrio en colores oscuros: azul, gris o marrón, una camisa lisa, para no complicarse blanca, marfil o azul y una corbata discreta, de rayas o pequeños dibujos en colores suaves: azules, granates, beiges… siempre en concordancia con la camisa, los zapatos de cordones y del mismo tono que los calcetines. Nosotras lo tenemos más difícil, no basta con que vayamos correctas, sino que se nos exige que seamos elegantes, modernas y estilosas. Todo un reto. Entre las ministras, de todo había. En general iban, sin más, adecuadamente vestidas para la ocasión, con un clasicismo renovado, en trajes de falda o pantalón en tonos monocolor o combinados y tacones. Yo destacaría en un extremo, una mezcla muy chic de rosa y negro, muy adecuado para la jura y en el otro, un glamouroso, pero impropio vestido bombón, perfecto para ir de cena o al teatro, por ejemplo, pero no para un acto ejecutivo, en idéntica línea el floreado vestido de la foto de familia, estupenda elección para una comida, nefasta para una reunión de trabajo. ¿Sabrán gobernar mejor que vestir?

domingo, 5 de abril de 2009

Llega la Semana Santa y con ella el agobio, los turistas y las vacaciones. Las chicas y yo, este año hemos decidido salir huyendo de las procesiones. Es cierto que son muy emocionantes y muy hermosas, pero también lo es, que resultan asfixiantes, al menos para mí, aunque a Manolo, que es cofrade, cualquiera se lo dice. Nos ha costado encontrar el lugar de destino adecuado porque para tan pocos días no queríamos desplazarnos al extranjero y nuestro objetivo era escapar de los pasos y de las playas concurridas, algo difícil de lograr quedándonos en casa, ya que son los dos pilares de la semana santa española, así que, tras un arduo estudio de posibilidades, concluimos que el destino perfecto era Asturias, donde por una parte no hay demasiadas procesiones y por otra, dado lo friolera que soy, no tendré la tentación de hacer turismo playero.
El viernes nos reunimos alrededor de un manhattan para ultimar detalles, preparar el equipaje y encontrar la mejor manera de decirle a Manolo, sin que se ofendiese, que esta vez no íbamos a estar presentes al paso de su hermandad. Al finalizar la noche, Manolo había entendido, sin enfados, nuestra ausencia y al llegar a casa sólo tuve que meter la ropa ya elegida, en la maleta. Bueno, alguna que otra cosilla que me faltaba, salí el sábado a comprarla y al final, el equipaje para la escapada quedó formado por un conjunto marinero, imprescindible esta primavera, coqueto y chic, ideal para pasear por la playa de Salinas, y cenar a la orilla del mar, compuesto por un pantalón capri azul intenso, un suéter de pico blanco, una chaqueta de rayas anchas blancas y azules y unas manoletinas azules; para la noche de teatro en el Campoamor, dónde se celebra la gala Príncipe de Asturias, nada más adecuado que un glamouroso vestido con escote asimétrico en color nude, una romántica gabardina (por si llueve) estampada en tonos rosas, unos peep toes y un bolso de mano, tamaño XXL en bronce, que sirve tanto de día como de noche. Para ponerse a tono con la visita por el centro de la ciudad, evocando décadas pasadas, es insustituible una sexy falda tubo de cintura alta, inspiración años 50, en la gama de los morados, combinada con un top de lunares amarillos, una americana de la misma tonalidad y botas altas. Para adentrarnos en los frondosos Picos de Europa he metido unos vaqueros, unas reebok, un blusón muy floral y un trench. El último día iremos a Covadonga, a conocer Los Lagos y a visitar a La Santina y para esta excursión me he decantado por la comodidad y el desenfado juvenil de las bermudas. ¿Nos cruzaremos con La Regenta por las calles tortuosas del Oviedo antiguo?

domingo, 29 de marzo de 2009

La mano que mece la cuna...

Es la mano que domina el mundo. Siempre me ha intrigado el sentido de estas palabras, y el sábado 21 de Marzo, a las 13,30 horas en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Madrid, tras el bautizo de Alicia, comprendí su significado. Así resumí el viernes a las chicas la ceremonia a la que había asistido una semana antes, pero claro, ellas no se conformaron y me pidieron. Corrijo. Me exigieron, detalles, descripciones y no "frases". Como me apetecía bastante hacerles la crónica me hice poco de rogar y sólo necesitaron pedirle a Manolo unos manhattan helados para convencerme.
Alicia es un bebé de cuatro meses, sonrosadito, de pelo rubio y ojos garzos. Su naricilla es una chispa caída de la varita de un hada y su dulce sonrisa te envuelve cuando te mira. Es muy alegre, come bien, duerme mejor y sólo llora cuando tiene hambre o no puede dormir, entonces, se hace notar exigiendo sus derechos porque es un bebé de carácter. Está llena de vitalidad y tremendamente espabilada. Para sus papás es un regalo de los dioses. La princesa de la casa se comportó como un ángel y acudió a su primer acto social como mandan los cánones, vestida con un traje de cristianar a la vieja usanza. Nada de ranita, ni de faldón rosa, ni de vestidito. Nuestra protagonista siguió la tradición rigurosamente. Faldón de manga larga beige, en organza, con encaje de Valenciennes y puntilla, triple babero en el cuerpo, lazada de raso en la cintura y lacitos de raso en los hombros. El conjunto se completaba con la capa y el gorrito. Las zapatitos del mismo tono que el traje, y para la ocasión, la muñequita lució una pulsera de perlas y oro repleta de medallitas que había sido de su mamá y una medalla, herencia de su abuela Livia, que la estuvo contemplando desde las alturas, sujeta por un alfiler, regalo de su otra abuela. Los padrinos y los padres perfectos. Ellos, al igual que los abuelos y tíos, como marcan los cánones, con traje y corbata. La madrina, muy glamourosa, con falda de volantes y top, la madre, muy elegante con un vestido cuello halter y abrigo primaveral y los más jóvenes, modernos y estilosos. No podía faltar el malva, uno de los colores de la temporada que fue elegido por la tía abuela de la pequeña, ni las flores lucidas por una de sus tías, ni el blanco y negro en que coincidieron madre, madrina y tía, ni el clásico traje sastre de la abuela y de alguna invitada, ni el top del verano, el traje de bermudas azul, que vistió otra de las tías de la homenajeada. ¿Quién mece la cuna, mamá, papá, o el bebé?

domingo, 22 de marzo de 2009

El color púrpura

La pasada noche les planteé a las chicas un tema al que llevo tiempo dándole vueltas: La reencarnación. Como el tema prometía, antes de entrar de lleno en materia, una de mis amigas le pidió a Manolo cuatro manhattan y con una malévola sonrisa le dijo que cuando viese que habíamos vaciado las copas nos las rellenase en absoluto silencio. Manolo asintiendo, dejó caer un irónico, la señorita, está otra vez filosófica ¿verdad chicas? ¡Paciencia! que siempre se le pasa. Con un gesto de resignación las tres asintieron y se dispusieron a escucharme. No creo que nos reencarnemos, pero esto es como lo de las meigas, haberlas, haylas, les dije. Esta filosofía oriental explica muchas cosas. Por ejemplo cada año que pasa me gusta menos el invierno, me da más tristeza, me cuesta más salir de casa y sólo me apetece acurrucarme en el sofá calentita, ver una película en blanco y negro, comer bombones, leer un libro, oír música y dormir, pero de pronto llega la primavera y todo cambia. Me apetece pasar el día en la calle paseando, haciendo shopping, de terracitas, bailando… Lo que me lleva a pensar que en otra vida he sido osa (siempre femenina). En invierno me dedico a hibernar y el resto del año a vivir rodeada de luz y de color, por cierto, que los colores de esta primaveras son súper chulis. La carcajada de las chicas fue sonora y sonada. Esta vez, según ellas, me había superado a mi misma. Pero lo mejor fue que sin querer, con mi último comentario les di pie para que dieran un giro a la conversación y comenzaran a hablar de los colores de la temporada.
Lo más in son los colores vitamínicos, perfectos para la primavera, la estación del año en que tenemos que hacer más acopio de vitaminas para luchar contra la astenia primaveral. Son tonos intensos, fuertes. En la orilla opuesta está toda la paleta de rosas, desde el fucsia hasta el palo. Me priva la combinación del color más dulce y el más elegante ¡Es tan glamourosa! El tándem más chic del momento lo conforman el blanco y el negro. Para ir a trabajar es ideal el gris perla y si lo mezclamos con cualquiera de los flúor, resultaremos inquietantes. Imprescindible una pieza en el no color, tono maquillaje o nude, de apariencia límpida y desnuda pero con una fuerte carga de erotismo. El azul intenso, marítimo y profundo es otro de los imprescindibles. La chispa de la vida es patrimonio del alegre y vivaracho naranja y la espiritualidad de los violetas y morados, pero lo mejor es que por fin el maleficio se ha roto y el color maldito, el amarillo, uno de mis favoritos, ha logrado imponerse. ¿Se habrá reencarnado Moliere?

lunes, 16 de marzo de 2009

Los chicos del coro

Me dejó un sabor amargo, que he estado rumiando toda la semana, el mosqueo de Manolo. Su disgusto por no haberle puesto al día sobre Madrid Fashion Week me ha pesado como una losa y me ha creado muy mala conciencia. Tanto, que el viernes, llegué dispuesta a resarcirle dedicándole la noche, pero las chicas tenían otros planes. San José está llamando a la puerta y teníamos que decidir el regalo de nuestros ancianos y viejos papis, así que por un momento vi. mis planes trastocados y pensé aterrorizada que tendría que pasar otra semana hasta que pudiera deshacerme de mi Pepito Grillo. ¡No! Eso era imposible. No podía soportar los remordimientos por más tiempo, así se lo dije a las chicas que me sugirieron aunar ambos intereses. Era genial. ¡Estaba salvada! Ya sólo quedaba encontrar el medio de hacerlo. Llamé a Manolo, le pedí cuatro manhattan y como quien no quiere la cosa le pregunté, si ya sabía qué le iba a regalar a su padre. Me miró con horror mientras me decía que no tenía ni idea, pero lo peor es que se le había olvidado la fiesta. Le tranquilicé con un gesto, a la vez que le aseguraba que al final de la noche tendría el regalo de papá y él sería seis Manolos diferentes.
Para un sugerente look urbano mañanero es imprescindible una cazadora ceñida, en cuero negro de Loewe, unos chinos ajustados y desteñidos de Gucci, una camiseta negra y gris de Prada y unos Tod’s a juego. En la tarde urbanita lo más in son los pantalones largos, ancho XXL, en color manteca de Cavalli, enfatizando el talle con uno de los clásicos cinturones de Hermés, una sensual camiseta de Armani, en tonos azules, a medio cuerpo, que le permita lucir al pobre, las horas de gimnasio y unas sandalias de cuero de Jill Sanders. Un delicioso paseo por la playa bien merece unas atrevidas bermudas de Antonio Miró de color verde, combinadas con un polo de Fred Perry, muy british, unas llamativas zapatillas de Custo Barcelona estampadas a juego con el polo o las bermudas y una americana rosa futurista y postmoderna de David Delfín. El fondo de armario requiere unos Levi’s rectos, un renovado Lacoste en rojo rayado y un divertido fular de vivos colores de Etro. Manolo tiene un acto social ineludible. Abre su armario y ahí está el elegantísimo traje blanco de Tommy Hilfiger, con su camisa de rayas azules de D&C, su corbata Slim de Dior y sus zapatos chocolate de Barrats. Todo glamour. Llegó la hora bruja y con ella el Martini Style de la mano de Moschino y sus americanas con microestampados años 60, para conquistadores del siglo XXI ¿Cuántas veces habrá soñado con ser el chico Martini?

lunes, 9 de marzo de 2009

Frenesí

Hace años que conozco a Manolo. Un tipo simpático, divertido, muy moderno y además, un gran profesional. Yo pensaba que después de tantos años, no podría sorprenderme, pero me equivocaba. El pasado viernes cuando llegué a mi cita con las chicas, le encontré muy serio, hasta un poco distante. Le saludé como siempre y no le dije nada pensando que era cosa mía, pero cuando llegué a la mesa y mis amigas me preguntaron si no le había notado nada raro a Manolo, comprendí que algo le pasaba. Después de dilucidar un rato si llegar a ninguna conclusión, con la excusa de pedirle otra ronda de manhattan llamamos a Manolo, que acudió raudo pero con el semblante serio y taciturno. Nos tomó nota y se fue sin decir palabra por lo que decidimos abordarle directamente cuando nos trajera las bebidas. Al cabo de unos segundos volvió con la comanda, momento en el que sin darle tiempo a reaccionar le preguntamos al unísono que porqué estaba mosqueado con nosotras. Nos respondió que nunca nos acordábamos de él, nunca le contábamos las nuevas tendencias masculinas. Su afirmación era cierta, y como rectificar es de sabios, al final de la noche le hice un resumen de la moda del próximo año. No obstante, ¡todos los hombres son iguales! ¡Hasta Manolo!
Para un look súper audaz son geniales las faldas tableadas de Ana Locking aunque dudo que Manolo se atreva a tanto. La estética skater de Carlos Díez con sus monos estampados tiene su aquello pero son poco ponibles en el día a día. David Delfín se ha decantado por lo pantalones muy ceñidos en tonos pasteles, blanco o negro. Devota y Lomba han optado por un menswear casual aunque muy depurado con chaquetas grises o negras de un solo botón combinadas con camisas rosas. Es fundamental como fondo de armario un elegante traje de corte clásico de Elio Berhanyer cuyo toque de modernidad se lo da el coordinarlo con polos o camisas transparentes. Son muy provo las camisas overzises con grandes escotes de Jan Iu Mes. Una levita Azul o verde de Joseph Abril puede poner el toque sexy. Los pantalones pitillo en degradeé de Víctor Pao resultan muy sensuales y las toreras de Victorio y Lucchino muy españolas y para marcar figura. Genial cualquiera de los conjuntos de shorts y camiseta en plástico y colores vivos como el amarillo de Roberto Piqueras y para cubrir un poco más las vergüenzas pero manteniéndose fresquitos hay que adquirir alguna de las bermudas y pantalones pesqueros en azules o mostazas de Juan Vidal y para que nuestros chicos se resguarden de los últimos coletazos del frío un amplísimo abrigo con una palestina al cuello del Delgado Buil. Y ¿Quién le pondrá la corbata al hombre que siempre es niño?

lunes, 2 de marzo de 2009

Las modelos

Nunca me he aclarado mucho con las nuevas tecnologías. El médico de cabecera de mi ordenador dice que lo uso como si fuese una máquina de escribir con memoria. Internet lo he descubierto hace cuatro días y nunca encuentro nada. El móvil sólo me sirve para hablar y mandar sms. Pero desde el jueves pasado ya nada es igual gracias a un mini ordenador con tecnología no se qué que me dieron para cubrir Madrid Fashion Week. Con él conecté desde la pasarela con las chicas que de esta manera pudieron ver en directo trozos de los desfiles, el problema fue que después de haber catado la pasarela quisieron degustarla y el viernes tuve que hacerles una crónica paso a paso de lo que nos pondremos el próximo Otoño-invierno. Eso sí, antes de empezar y para aclararme la garganta Manolo me sirvió un generoso manhattan.
Ya he hecho mi elección para la próxima temporada. Los vaqueros de TCN tobilleros, con vuelta y en un look muy Marilyn. Ángel Schlesser ha mostrado unos pantalones ajustados muy atrevidos, con algún volante, en colores vivos como el rojo y el fucsia o en tonos muy oscuros; me privan los provocadores hiper pitillo en tonos grises, marrones o berenjenas de Torreta. Las faldas abullonadas con estampados Light de Miriam Ocáriz inspiradas en los 80 son muy glamourosas, las de Victorio y Lucchino están inspiradas en el eclecticismo de finales del XIX y principios del XX, cortas, ajustadas y altas en la cadera. Todas las colecciones están llenas de vestidos. El rey sigue siendo Hanníbal Laguna con sus escotazos, bien palabra de honor, con un hombro al aire o con la espalda desnuda, en tonos oscuros con mezcla de ornamentación en oro y plata, pura sensualidad y feminidad; muy fashion resultan los de Amaya Arzuaga con grandes volúmenes y Lazos XXL en escote, cintura, cadera…y con largos flecos. Indispensable el traje de chaqueta, bien clásico, en negro, rojo, gris perla o malva de Elio Benhayer, bien atrevido y misterioso con falda tubo y blusa transparente de Juanjo Oliva. Las mallas de Duyos en tonos osados simulando rayos que recorren el cuerpo de la mujer son totales. María Escoté les ha dado un look gótico-vamp a los shorts cuajándolas con los más lujosos cristales de swarosky o con perlas, los de Lidia Delgado son más informales, fruncidos en la cadera y combinados con camisas de manga francesa y colores afrutados y estampados. Para combatir el frío los abrigos estilo hada, en negro, con manga francesa, marcando cintura y con mucho movimiento de Devota y Lomba y para la noche los vestidos de Javier Larraínzar elegantes y sofisticados, bien con estampados florales muy coloristas bien con encajes o incrustaciones ¿Son las modelos o son sus trajes la perfección hecha mujer?

domingo, 22 de febrero de 2009

Sexo en Nueva York

Me ha tocado cambiar los planes que tenía para el fin de semana comenzando por mi reunión semanal con las chicas que hemos tenido que trasladar al jueves debido a que el viernes comenzó Madrid Fashion Week, el festival más importante de la moda española que se clausurará el martes y que estoy cubriendo. El jueves tuve un día bastante raro por la mañana cuando llegué al despacho tenía un enorme paquete encima de mi mesa con un sobre. Lo abrí y encontré una sencilla nota que decía: "Gracias. Una lectora". Me quedé perpleja, no entendía nada. Abrí el paquete y cuando lo vi., no salía de mi asombro. Era un preciosos Hermés auténtico en color rojo. No me lo podía creer. Tenía una lectora y encima mi columna le gustaba y además le servía. En ese momento el mundo se me pintó en rosa y empecé a contar los segundos que faltaban para ver a las chicas y contarles lo que me había sucedido.
Llegué al restaurante cuando las señales horarias de la radio daban las nueve, vestida con mi mejor sonrisa y luciendo bolso. Manolo al ver entrar al bolso y detrás de él mi enorme sonrisa con puntualidad británica dio por sentado que traía alguna grata noticia. Me acerqué a la mesa y mientras posaba el bolso sobre ella, saludé a mis amigas, que se apresuraron a examinar la cartera exigiéndome explicaciones. Se lo conté todo detalladamente pero no se sorprendieron me dijeron que sabían que antes o después pasaría algo así. Le pedí unos manhattan a Manolo y brindamos por mi lectora, claro que a partir de ahora siempre tendré la duda de si el artículo le gustará, creo que era más fácil cuando no sabía de su existencia. Mi Hermés es fashion total; esta temporada se llevan los bolsos de pieles exóticas y colores muy llamativos. Nos invaden los amarillos, naranjas, rosas, rojos y violetas, la novedad es el color caramelo y los combinados en blanco y negro muy ponibles seguimos con los metálicos en oro, plata o bronce, su reina, Chloe. Las pieles son exóticas y teñidas en vivos colores como el Amazona de Loewe en lagarto rojo. Entre los XXL destacan los de Marc Jacobs muy fashion y atrevidos, flipante el modelo con rayas deportivas para un look informal. Los bolsos de mano estampados, tamaño midi de Gucci son divinos y el Downtown en azul eléctrico de YSL es imprescindible como fondo de armario. Desde hace años sueño con un Guess morado con herrajes metálicos y la hebilla insignia de la casa. Y para una noche de fiesta los bolsos elegantes y sofisticados en tonos brillantes de Ferri realzan nuestro lado más femenino. ¿Tendrá razón Carri al decir que son nuestra seña de identidad?

lunes, 16 de febrero de 2009

Tacones lejanos

Una de mis peores pesadillas se hizo realidad el viernes cuando me dirigía a reunirme con las chicas. Se me había hecho tarde y como siempre iba corriendo cuando el pie se me quedó enganchado en uno de los millones de socavones que pueblan nuestras aceras. Intenté sacar el pie con mucho cuidado y no pude, tiré varias veces y nada. Al final, cerrando los ojos y con una mueca de dolor, porque sabía lo que iba a ocurrir, me agarré a una farola y tiré con todas mis fuerzas del pie hacia arriba, conseguí sacarlo y al hacerlo sentí un crack que me hizo estremecer, no quería mirar pero sabía que tenía que hacerlo así que respiré profundamente, conté hasta diez y muy lentamente fui abriendo los ojos. Al ver el desastre, era mucho peor de lo que yo esperaba, se me escapó un grito sordo y rodaron por mi cara un par de lágrimas. Los tacones corridos con detalles de pintura de mis zapatos de Miu Miu estaban destrozados, inservibles. Para mí la noche había acabado, como pude me dirigí al encuentro con mis amigas pero no tenía ganas de nada. Entré cojeando y Manolo se asustó creyendo que me había torcido un tobillo. ¡Ojala! le dije. Eso se arregla, esto observé, mostrándole el zapato destrozado, no tiene solución. Sonrió y no dijo nada pero se fue a prepararnos cuatro manhattan., la mejor medicina para momentos trágicos. Entre tanto, las chicas, que ya me habían oído, después de darme unas palmaditas en la espalda me aconsejaron que el sábado me dedicase a reponer la pieza rota. Realmente el manhattan y el hecho de tener una solución a mi problema mejoraron considerablemente mi ánimo.
Esta temporada se llevan las plataformas, los taconazos, el lujo y la sofisticación. Imposibles para caminar los de Basso & Brooke cuajados de flores, mariposas y pájaros en tonos muy alegres. Los diseños con rayas y mezcla de colores en puntas abiertas cortadas o cuadradas de Marni son muy juveniles, pero si lo que buscamos es comodidad hay que escoger o uno de los zapatos blancos, azules o rojos con plataformas y tacones de grosor de D&G o las bailarinas de Farrutx. Me encantan los zapatos de Zac Posen con tacones cónicos que van de más a menos y resultan tremendamente sexys, modernos e incómodos. Ya lo decía mi mami: para presumir hay que sufrir". No podemos olvidar los Stilettos de brujilla de Cavalli y por fin, llegamos a mis dos grandes pasiones, los altísimos stilettos de Manolo Blahnik, elegantes, estilosos, neoyorquinos, parisinos. El sueño hecho zapatos, imprescindible como fondo de armario y los salvajes, llamativos, extravagantes y escandalosos Peep-Toe adornados con cristales y desafiantes tacones XXL de Christian Loubottin. ¿Será verdad que a rey muerto, rey puesto?

lunes, 9 de febrero de 2009

Cantando bajo la lluvia

Llueve, llueve y llueve sin parar, un día tras otro y yo no tengo nada que ponerme lo cual hace que me ponga de un humor imposible porque si hay algo que odio es no ir adecuadamente vestida en cada momento. ¡Sí! Tengo varias gabardinas pero no voy a ir siempre con lo mismo y con tanto viento, nieve y lluvia o repito modeli o voy mal así, así que ante esta disyuntiva elijo la reiteración, lo cual ha hecho que hasta el viernes noche mi mal humor fuese mi estado de ánimo habitual pero durante la cena del viernes las chicas, como siempre, acabaron con mi disgusto. Mi cara, cuando llegué esa noche al restaurante, hablaba por sí sola, tanto que Manolo al verme entrar, masculló entre dientes un, hoy será mejor que me mantenga alejado. Las chicas, ni que decir que se percataron en un santiamén de que algo pasaba pero optaron por dejar que yo les contara y sin demorarme en saludos banales les espeté lo que había estado amargándome toda la semana. Rápidamente se solidarizaron conmigo y además me dieron la solución instantáneamente, al día siguiente debía ir a comprarme una gabardina y un trench, los must haven de la temporada. ¡Claro! Esa era la solución a mis problemas. Les aseguré que mi agradecimiento sería eterno y para demostrárselo las invité a una ronda de manhattan. La elección fue realmente complicada entre tantos modelos. La colección de Banana Republic es muy chic, muy neoyorquina con sus impermeables trench en colores rojos, fucsias, amarillos… Superjuveniles las de Benetton en cuadritos de vichy blancos y negros y qué decir de los diseños del creador de la gabardina, Thomas Burberry, en tonos piedra, azul pizarra, corteza, champiñón, lavanda, morado, rosa pálido gris o verde salvia; ligeras y desestructuradas, o clásicas, con estampados degradeé, o con multitud de colgantes y botones sobredimensionados. Las de Dolcce y Gabana resultan majestuosas con sus volcánicas capas. Las gabardinas han sido siempre la prenda fetiche de los gángster tipo Andy García en El Padrino y por supuesto de Humphry Bogart en Casablanca y de los detectives como Colombo y Sherlock Holmes en quien se ha inspirado Carolina Herrera para crear unas prendas a cuadros, con mangas perdidas y capelina ideales para vivir una misterio aventura. Las de Roberto Cavalli en el clásico beige tienen un cierto sabor Folk con estampados florales, pero sin duda las más sencillas y elegantes son las de Hermés. Nuestra indumentaria para luchar contra las inclemencias del tiempo no estará completa hasta que no tengamos el gorro con visera, el paraguas y los guantes adecuados para cada gabardina que encontraremos en Ralph Laurent. Ahora si que puedo cantar bajo la lluvia, pero… ¿Seguirá llorando el cielo al ritmo de mis canciones?

domingo, 1 de febrero de 2009

París-Tombuctú

He tenido una semana perfecta. Todo comenzó el lunes cuando al llegar al despacho sonó el teléfono interno. Era el dire para decirme que me iba a la semana de la moda de París. No me lo podía creer ¡Por fin! Lo primero que pensé fue en llamar a las chicas para contárselo, pero cuando me disponía a marcar su móvil, tuve una brillante idea, sorprenderlas con tres pasajes para la Ciudad de la Luz.. Llamé a Manolo, le conté mis planes y reservé mesa para esa noche. A continuación les envié a las chicas un sms que decía, os espero a las nueve donde siempre. Es urgente. Besos. Tenía tantas ganas de ver su reacción cuando les entregara los boletos que el tiempo hasta nuestra cita me resultó eterno.
Cuando llegué estaban esperándome expectantes. Manolo nos sirvió unos manhattan y para darle más misterio al asunto con tono serio y la mirada perdida les dijo: Invitación de la casa. Espero que todo vaya bien pero si no, aquí estaré. La estupefacción se reflejaba en sus rostros. No entendían nada, y a los postres decidí desvelarles mi enigmático mensaje entregándole a cada una un sobre pero siguieron sin entender nada, así que tuve que explicárselo con palabras. No me comieron a besos de milagro y el miércoles por la noche nos fuimos volando a París.
El desfile fue espectacular: lujo, opulencia y suntuosidad para paliar la crisis en 2009. Las faldas tubo de Arman inspiradas en el lejano Oriente son hiperfemeninas, los diseños de Jhon Galiano para Dior con cinturas encorsetadas, llenos de plisados y volados con una paleta que tiene la impronta de la escuela flamenca eran deslumbrantes. El kaiser presentó una colección toda blanca con algún toque negro y predominio absoluto de la silueta femenina que era sencillamente sublime, el toque personal lo ponían los apliques de rosas y camelias, la flor favorita de Coco Channel. La explosión de color llegó de la mano de Christian Lacroix y la melancolía y la seducción se presentaron a través de los vestidos de sirena o mini mini, llenos de curvas, con hombros exagerados o asimétricos, en colores lavados como el lila, el perla, el arena o el manteca, de Givenchy. Se hizo notar la presencia española a través de los pantalones ajustados de talle alto, las toreras y los volados superpuestos y con transparencias de Jean Paul Gaultier. No podían faltar ni el romanticismo ni lo retro y su paladín fue Elie Saab con sus delicados vestidos vaporosos (inspirados en los quimonos japoneses) de colores empolvados: carne, verde, turquesa, rosa, celeste muy suave…Cerró la semana de la moda Valentino desbordando elegancia con plisados y volados intercalados en tonos subidos: rojos, turquesas, azules y algo de crudo y blanco. París ¿bien vale un desfile?

domingo, 25 de enero de 2009

Los 101 dálmatas

¡Qué frío! Desde hace un tiempo mi vocabulario está conformado casi exclusivamente por esas tres palabras, pero es que estoy todo el día helada. Las chicas al igual que Manolo, dicen que soy una exagerada, pero es que tengo tanto frío que no puedo dejar de quejarme. Yo comprendo que mi temperatura corporal no es normal., mas ¡Qué le voy a hacer! he llegado a tener frío en el mes de Agosto en Túnez, y en Egipto a las 11,00 de la mañana a pleno sol estaba en la gloria, con eso lo digo todo. El viernes, cuando llegué al restaurante, Manolo un poquito harto de mis continuos lamentos por el frío me recibió con una taza de consomé al jerez y la advertencia de hasta que no te la bebas, no te sirvo el manhattan, ¡A ver si entras en calor y dejas de darnos la vara! Las chicas además de aplaudir su gesto pusieron su granito de arena, recomendándome que me comprara un "abrigo de abrigo", es decir, más práctico y menos estético. Según ellas me pierde la estética. No obstante, como soy muy obediente y mis amigas siempre me dan buenos consejos, decidí seguir sus indicaciones y les pedí que me ayudaran a elegir la prenda que derrotaría a mi frío. Los abrigos de Aqua Scutum, de estilo militar con doble botonadura, como si fuésemos coroneles o generales (no entiendo de graduaciones) han invadido las calles de París, así que para convertirse en una parisina chic es fundamental esta indumentaria. Los abrigos 3/4 masculinos de Chloë resultan tremendamente sugerentes. Los de Dona Karan en tonos otoñales estilo años 40 son perfectos para darnos un toque de glamour a lo estrella de cine negro, y para espiar a nuestro chico nada como el abrigo de Sherlock Holmes con mini capa incluida que ha diseñado en rojo Paul & Joe. Louis Vuiton se ha decantado por el estilo de los 80; si rebuscamos en el armario del desván de la tía soltera de la familia seguro que nos topamos con una joyita que pasando por la tintorería nos permite ir a la última, así podemos comprarnos otro abrigo de temporada y tener dos modelazos por el precio de uno, en época de crisis, ya se sabe, hay que ahorrar. Elegantísima la colección en marrones y camel de Burberry y los estampados de cuadros de Dolcce y Gabana son lo más in. De pronto recordé un abrigo blanco como la nieve invernal, sofisticado y fashion, de Carolina Herrera, ese era el mío. Esa noche soñé con él y a la mañana siguiente madrugué (algo insólito en mí), a las 10,00 en punto entraba por la puerta y a las 10,05 estrenaba abrigo ¿Haré realidad mi sueño de convertir el invierno en verano?

domingo, 18 de enero de 2009

La joya del Nilo

Esta semana hemos tenido reunión doble porque el sábado fue el cumpleaños de una de las chicas y estuvimos de celebración. Manolo nos preparó una mesa especial con un hermoso centro de flores y sus platillos favoritos. Le entregamos nuestro regalo y brindamos con manhattan por un año más de amistad. La elección del regalo tiene su historia. El viernes me llamaron mis amigas para ver qué le comprábamos y como no se nos ocurría nada, decidimos que en la cena le sacaríamos, sin que se diese cuenta, información sobre su posible regalo, quedando yo encargada de la estrategia a seguir. Mientras pensaba cómo iba a enfocar el tema, posé distraídamente la mirada sobre mi mesa de despacho y allí estaba la respuesta, en la portada del ejemplar de Odiel. No tenía más que hilar el relato para conseguir lo que quería y así lo hice.
Cuando el viernes llegué a la cena con una enigmática sonrisa, las chicas, como yo esperaba me preguntaron qué me ocurría y rápidamente les conté que estaba entusiasmada porque el dire había ganado la batalla judicial de la democracia y que aprovechando su buen humor, le había pedido un aumento que me había concedido, con lo que ya me podía dar el capricho de alguna de las alhajas que se habían presentado en la Feria de joyería, pero que necesitaba su asesoramiento, porque no sabía si inclinarme por uno de los larguísimos collares cadena de Givenchy, lo más fashion de la temporada o por uno de los elaborados y aparatosos collares en blanco, azul y negro de Balenciaga que hacen realidad el dicho de antes muerta que sencilla, claro que tampoco descarto los pendientes; bien los de Bottega-Veneta en diamantes y oro amarillo, esos que siempre se recuerdan como la joya de la familia y pasan de generación en generación o unos nada discretos aretes esmaltados, modernos y juveniles de John Galiano. Otra opción son los brazaletes. Los de Dior montados en swarosky con amatistas y topacios son tendencia total y perfectos para que todas las miradas se fijen en una y los de Lacroix, son esmaltados y realmente psicodélicos. Tampoco me puedo olvidar de los enormes anillos de Versace en oro y piedras semipreciosas que dotan de personalidad propia a la mano. Mientras les exponía a mis amigas mis dudas, de reojo observábamos la cara de la cumpleañera y por su expresión dedujimos que lo que más le apetecía era el anillo, así que el sábado nos fuimos de compras y por la noche se lo entregamos, lo abrió, se quedó mirándolo perpleja, sonrió y nos dijo: Ahora entiendo vuestras miraditas de anoche. No es el anillo del príncipe encantado pero es mejor, es el de mis amigas ¿Tendrá el poder de conceder deseos?

domingo, 11 de enero de 2009

Perfume de mujer

Por fin! Hasta dentro de algo menos de 365 días no tenemos que volver a ver al calvo de la tele regalándonos una suerte que nunca nos llega, las calles de Huelva engalanadas según el gusto del regidor de turno, los juguetes invadiendo nuestros hogares, los perfumes convirtiéndose en el emblema de las fiestas, volviendo a casa por Navidad a comer el turrón y engordar unos kilitos que luego en la cuesta de Enero tenemos que perder y sobre todo adiós al empalago de besos, sonrisas, llamadas y cenas a gentes que no me interesan nada y a las que durante el resto del año no veo. Oficialmente las Navidades empiezan con la lotería y terminan con las rebajas. Otro acontecimiento que detesto y del que he logrado librarme esta temporada. Hasta su final las Navidades me provocan aburrimiento. Las chicas dicen que soy una cínica y quizás, no les falte razón pero es que no me gustan esas fechas, así que el viernes para celebrar que se había terminado la Pascua invité a mis amigas a cenar y le pedí a Manolo que nos preparase un menú antinavideño compuesto por un sencillo consomé al jerez, una humilde tortilla de patata acompañada de una simple ensalada mixta y una ligera macedonia de frutas naturales, regado todo ello con varias copas de manhattan, mi única concesión al pasado fue nuestro tema de conversación, el producto estrella de las fiestas: los perfumes.
Nina Gold Edition de Nina Ricci es elegante, sensible y dulce como el aroma de las golosina hechas con frutas, así que he decidido autoregalármela como premio por haber sobrevivido un año más a las fiestas, junto con Secret Obsession de Calvin Klein, pensado para momentos privados con pensamientos ilícitos, un perfume que destila sensualidad por todas sus gotas, y a las chicas en premio a su fidelidad a las fiestas les he obsequiado con un perfume a cada una, según su carácter. Para una he escogido la sutileza y la suavidad de Vera, de Vera Wang; para otra Notorius de Ralph Laurent, inspirada en las películas clásicas de Hitchcock, chispeante y glamourosa, y para la tercera Velvet House de Kate Moss una fragancia sofocante para vivir a tope la noche con un punto de adolescente. La decisión fue complicada porque también resultan increibles Ma Dame de Jean Paul Gaultier que te hace sentir como si estuvieras envuelta en destellos de fantasía y modernidad dormida sobre un lecho de flores; Daisy de Marc Jacobs es chic, femenino e inocente, si te rocías con Ligth Blue de Dolce y Gabbana te sientes deportiva, resuelta y fresca y el aroma sensual y femenino de Stella, de Stella McArtney infunde seguridad A pesar de todo ¿ Sabe alguien cuál es el olor de la Navidad?