sábado, 13 de septiembre de 2008

Volver

Padezco de depresión postvacacional aunque mi psicoanalista (realmente no lo es) diga que eso es una tontería, que tal síndrome no existe y que como mucho, en un alarde de condescendencia y sobre todo para que no le de más la lata, esté dispuesto a admitir que me cueste un poco volver a adaptarme a la rutina, pero de patología nada de nada, por lo que no ha habido manera de conseguir que me diera unos días de baja para poder recuperarme de las vacaciones. Está claro que tener amigos médicos sólo sirve para que no le hagan caso a una. ¡Menos mal que las chicas me comprenden y me apoyan!
Nuestro reencuentro tras las vacaciones fue intenso, teníamos que ponernos al día, enseñarnos fotos, intercambiar regalos y consolarnos por la vuelta al trabajo. Tras una larga charla telefónica decidimos que para ir poco a poco volviendo a la rutina lo mejor era celebrar nuestra primera reunión en el único lugar en el que nos iban a comprender realmente, y con la única persona que de verdad nos entendía, pues le ocurría lo mismo que a nosotras, Manolo. Cuando llegamos, ya nos había dispuesto nuestra mesa y estaba preparando nuestros manhattan, con una enorme sonrisa de ánimo. Él se había incorporado hacía ya una semana y tenía el trance superado. Este verano se lo había pasado estupendamente con su novia, habían disfrutado muchísimo y su viaje al igual que los nuestros, había sido un éxito. Después de intercambiarnos fotos y contarnos las respectivas aventuras, por cierto, algunas muy divertidas, acabamos rememorando los momentos que pasamos las cuatro juntas en Madrid, sobre todo las compras y especialmente, las de bolsos de playa, lo que nos llevó a planear un fin de semana playero para lucir las preciosidades de bolsas que nos habíamos autoregalado.
Los bolsos para playa de esta temporada son de diseño juvenil y tamaño XXL, bien de inspiración étnica en tonos grises, caquis o naranjas o como los de Victorio y Lucchino con atrevidos y llamativos estampados tropicales y lunares combinados en colores muy veraniegos como el turquesa, el malva o el rojo. Una de mis amigas adquirió un Juicy Coutoure rosa transparente que personifica el glamour y el estilo, parece un bolso de calle. Divinos los estampados florales de Dior, y muy en boga las bandoleras hippies. Otra de las chicas se encaprichó con un Marc Jacobs de piel, en color lima con bolsillos exteriores que es mega moderno, los tipo cesto de Rip Curl para chicas chic son una tentación imposible de soportar, y como tampoco teníamos mucho interés en resistirnos, una de nosotras cayó en ella y yo esta vez decidí ir directamente a por el lujo en tonos pastel de Louis Vuitton ¿Me devolverá mi bolsa el verano perdido?

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