domingo, 19 de octubre de 2008

El color del dinero

Ahora sí que sí. Anteanoche las chicas y yo bajamos el baúl de la abuela del maletero e hicimos el equipaje, entre sonrisas unas veces, risas otras y alguna pizpireta lagrimita que se coló sin permiso, fuimos metiendo en él todos los ratos compartidos con Manolo, con la seguridad de que el próximo año, como siempre, cuando llegue la primavera, él volverá a deleitarnos con sus manhattan helados mientras escucha nuestras cuitas o se retira sigilosamente para dejar que nos hagamos esas confidencias femeninas que sólo las chicas sabemos entender. La despedida parecía que iba a ser triste porque a la melancolía del adiós, no sólo a Manolo, sino también al verano, se sumaba la tristeza de un día nublado y lluvioso, envuelto en una atmósfera gris que no ayudaba demasiado, cuando una de mis amigas, repentinamente se levantó, cogió su bolso y nos dijo que era hora de poner un poco de color en nuestras vidas por lo que nos íbamos a la calle a descubrir cual era la paleta de colores de este otoño para, pincelada a pincelada, pintar con ella nuestro armario. Teníamos tres horas antes de nuestra última cena del año con Manolo para siguiendo los pasos de Leonardo empaparnos de arte, el diseño, también lo es, así que sin perder un instante, nos retocamos el maquillaje, agarramos nuestros bolsos y salimos dispuestas a envolvernos en los tonos de esta temporada.
Este año los diseñadores han vuelto a poner toques de color en sus colecciones y así junto al siempre elegante negro, el comodín que nos saca de cualquier situación, perfecto para el traje de chaqueta de la ambiciosa y agresiva yuppi, chic en el vestido de una tarde del primer encuentro y sexy en el deslumbrante traje de noche de la vampiresa codiciada por ellos, nos encontramos con su antónimo pero no por eso menos perfecto y elegante en cualquier situación, el blanco. Alfa y omega, ying y yang. Junto a ellos copan los escaparates el discreto gris, el enfurecido azul eléctrico o el atrevido añil, además del glamouroso rojo Valentino, el desafiante verde, ya lo dice la voz popular: "La que de verde se viste con su hermosura se atreve", y los colores de las frutas y verduras de la temporada, las dulces ciruelas o las exquisitas berenjenas, pero sin duda alguna, este otoño va a ser tremendamente espiritual, pues el violeta reina en todas sus tonalidades. También tienen cabida los estampados vintage en todo tipo de prendas y los cuadros escoceses, Príncipe de Gales o Balmoral encabezados nuevamente por el rojo. De entre tanto colorido elegimos un chaleco muy british en tonos verdes para Manolo que le entregamos mientras brindábamos con cinco chispeantes manhattan y yo me preguntaba ¿de qué color es la amistad?

1 comentario:

Anónimo dijo...

También hay otros lugares para beber Manhattan, con o sin Manolo. Me seduce la moda de este Otoño, así que exijo más letras sobre las nuevas tendencias.