domingo, 19 de octubre de 2008

El sastrecillo valiente

Érase una vez en el país de nunca jamás, donde los niños nunca crecen, que nació una bella y dulce princesita, a la que todos querían, especialmente su hermanito, un niño simpático y travieso que hacía las delicias de sus papás. Una mañana, ambos angelitos, ya niños que iban al cole de mayores, le pidieron a mamá que les comprara ropa fashion para el invierno y la mamá, un tanto desconcertada por la precocidad de sus hijos en cuestiones de moda, llamó al hada pidiendo ayuda. Ésta, inmediatamente se hizo cargo de la situación, convocando urgentemente al consejo de modas del reino para exponerles la situación. Las tres componentes del gabinete mostraron su acuerdo para reunirse esa misma noche y al calor de un manhattan solucionar el problema planteado por los pequeñuelos.
Fue una noche inolvidable, tanto las chicas como yo disfrutamos muchísimo preparando el ropero de los enanos. Cuando le contamos a Manolo la ocurrencia de los niños, no se lo podía creer. Una de las chicas comentó que era una suerte que llevaran uniforme, así su madre no tendría que discutir cada mañana con ellos a la hora de vestirse y tras comentarlo unos instantes, concluimos que nuestra amiga tenía razón en su aserto, y sin más dilaciones comenzamos a preparar su indumentaria.
Pan con Chocolate, El Baúl de Pinocho o Barcarola han presentado en el FMI tres tendencias: la de hojas, un look urbano y relajado caracterizado por los colores naturales relacionados con el medio ambiente, han de aprender a ser buenos ciudadanos desde chiquitos, y tonos vivos; la de agua, representada por los azules con matices acerados y metálicos, ideal por su comodidad para una tarde de juegos y la de madera, en fucsias, rojos, naranjas, azul petróleo o verde musgo, con detalles artesanales, perfecta para visitar a los abuelos. En la Collection Premier Moscow han desfilado firmas españolas como Arkidis, Bóboli, Ginkana, Graci, Mayoral o Tuc Tuc que se han inspirado en la velocidad, el riesgo y el glamour de las carreras de Fórmula 1. Para las niñas prima el estilo chic de los pantalones capri, los boleros, las chaquetas de manga francesa, los vestidos saco y las faldas abullonadas, o bien, el más clásico y elegante de faldas tableadas y pantalones pitillo en colores naturales combinados con prendas más atrevidas contrastadas en lima, caqui o turquesa, que crean un mundo de magia y fantasía a la medida de sus sueños. Sus vaqueros, oscuros, con cintas de terciopelo y botones de colores. Para los niños el estilo es casual, con pantalones anchos o de camuflaje, cazadoras bomber, sudaderas con capucha en tonos cálidos, sobrios; los vaqueros desgastados y con tachas y los colores, azul, petróleo, rojo y verde militar. Y... colorín, colorado ¿este cuento se ha acabado?

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