martes, 28 de abril de 2009

Anónimo veneciano

Cuando vuelvo del trabajo lo primero que hago es recoger la correspondencia. Normalmente son cartas del banco, propaganda o invitaciones para actos sociales, pero el viernes no. Algo raro ocurrió. Mientras abría el buzón, sentí un escalofrío, miré y vi un extraño sobre. Era alargado, de color violeta y sin matasellos. En cuanto entré en casa, solté el bolso, tiré los tacones y abrí el misterioso sobre. No podía creerlo, era un anónimo hecho con recortes de periódico, como en las películas, que decía: “el día uno las chicas y tú tenéis una cita conmigo. No faltéis. Tienes siete días para averiguar dónde y con quien. Un amigo”. Sinceramente, sentí miedo. Aquello era obra de un loco, así que me guardé la carta, dejé la luz del salón encendida, eché las persianas, cerré la puerta y me fui, vigilando mi propia sombra a cada paso, a encontrarme con las chicas. Cuando llegué llevaba tal cara de susto que Manolo prácticamente me sentó, me quitó el abrigo y me trajo agua al tiempo que mis amigas me interrogaban con la mirada. Saqué el anónimo y se lo entregué. Palidecieron. Entonces Manolo lo cogió, lo leyó y sonrió amargamente, a la vez que tristemente nos decía que si lo leíamos con detenimiento, descubriríamos al autor; sino era así, a cambio de que le contásemos que complementos masculinos eran los it de esta primavera, al final de la noche nos desvelaría su identidad. Decidimos aceptar su propuesta y tras saborear un manhattan, satisficimos sus deseos.
El top de la temporada son los sombreros. El borsalino de Pull and Bear en rafia negra, tan característico de Don Corleone, imprime personalidad y si es en tono crudo pierde su toque mafioso de familia. Para un look vintage tipo Indiana, Bogart o Sinatra hay que decantarse por el modelo Fedora, y si es en azul eléctrico, tanto mejor, pero sin duda los más preciados son los panameños, sexys y de alegres colores como los de Salvatore Ferragamo. Una variación más desenfadada y juvenil son las boinas en tonos atrevidos como el amarillo, de Disquared2 o las glamourosas gorras de béisbol en rosa, vede agua, turquesa, rojo, naranja, o de cuadros brillantes de Tommy Hilfiger. Para el fondo de armario imprescindible un bolso para los documentos o el ordenador portátil. Funcional y exclusivo el de Louis Vuiton en camel y muy chic su versión adulta de la mochila escolar, pero el detalle verdaderamente fashion está en la muñeca, en las pulseras de piel con cierre metálico y en un discreto marrón. Divinas las de Dyberg/Kern.
Se disponía Manolo a cumplir su promesa cuando se me escapó un grito: ¡Gabi! Manolo sonrió. El rompecabezas encajaba. Había llegado la primavera y volvíamos a la playa ¿Quién merece el borsalino Manolo o Gabi?


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