lunes, 7 de abril de 2008

La flor de mi secreto

Me siento cansada, débil, con sueño a todas horas, a veces melancólica y a veces radiante. No necesito que nadie me lo anuncie ni que me lo comuniquen oficialmente, mi cuerpo lo sabe mejor que nadie: La primavera ha llegado y no sé cómo ha sido. Lo que sí sé es que esta época del año me pone filosófica y me paso el día interrogándolas e interrogándome. Las chicas ya están acostumbradas; así que el viernes cuando llegué y les pregunté si alguna vez se habían parado a pensar por qué los seres humanos son tan raros, por qué siempre están pensando en el futuro, por qué todavía no nos hemos comprado los trapitos de moda de esta primavera y ya han salido las tendencias del año 2009, respiraron profundamente, llamaron a Gabi y le pidieron un manhattan especial "para la niña". Gabi sonrió y en pocos instantes el manhattan estaba ante mí. Ya servidas las cuatro, comenzamos a analizar esas eternas cuestiones de la vida que acababa de plantearles. Por fin, después de varias horas de ardua discusión, acabamos analizando las tendencias de esta primavera.
Como diría la publicidad del grande de los grandes almacenes, esta temporada las calles se van a llenar de... Hay una premisa básica en la moda y es que la pasarela y la comodidad son enemigas irreconciliables, la ropa más fashion siempre es la más difícil de llevar, bien porque tiene mucho volumen, bien porque si te descuidas un nada lo sexy se convierte en vulgar. Pues bien, este año los maestros han logrado la cuadratura del círculo, han aunado moda y comodidad; especialmente hay que destacar el look deportivo formado por los leggin, las parkas y las sudaderas. Así Topshop ha sacado el gimnasio fuera del gimnasio y lo ha hecho con glamour, lo que ya es meritorio.
La tendencia en pantalones la marca Hermés con sus Jodphur, anchos, anchísimos, adiós a los pitillo (con lo chic que resultan), pero la estrella de la temporada son los pijamas. Prada los saca a la calle, para que los luzcamos. Se acabó la intimidad.
Imprescindibles las flores, en estilo vintage, de inspiración romántica, hippy, abstractas o exóticas, todo vale pero combinado en un estilo urbano muy atrevido. Es la moda retro, vuelven los 70, prendas XXL o mini, yo soy una fanática de las últimas, son tan pícaras.
Los vestidos son vaporosos y ligeros, ultrafemeninos. Los de Salvatore Ferragamo un sueño, y los estampados psicodélicos son totales, pero hace falta valor. Los diseñadores rinden culto a nuestras piernas con faldas midi y minishorts, la prenda fetiche de las colecciones. El único problema es que para exhibirlas con clase se necesitan las piernas de Marlenne Dietrich ¿También esas nos las van a diseñar?

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