sábado, 22 de marzo de 2008

Ladrón de guante blanco

La otra noche, mientras tomábamos unos manhattan y Gabi encargaba nuestra cena les pregunté a las chicas cual pensaban ellas que era la prenda femenina que resultaba más sexy para un hombre. Una dijo rápidamente que las medias, otra que los tacones, la tercera que la ropa íntima, mi respuesta fue: Gilda. Ante su asombro, llamé a Gabi y le hice la misma pregunta, sin pensarlo un instante respondió: Los guantes; es decir, Gilda. Ella, en esa escena de la película, poco a poco, al ritmo de la música, con un grado de erotismo casi sofocante, enseñó al mundo entero como había que quitarse esos largos guantes, negro azabache, para que ellos se rindiesen a sus encantos. Esta temporada se han convertido en la prenda chic por excelencia. Son un detalle de finura y además son aristocráticos, sino que se lo pregunten a Tutankamón que se hizo enterrar con ellos o a Josefina que era adicta, pero sobre todo a sus diseñadoras y su primera modelo, las Tres Gracias y Afrodita, respectivamente. Con estos antecedentes, ¡Cómo no van a ser los guantes una delicia para cualquier mujer sensata!. Y para mí, la primera. Las chicas, aunque abiertamente no lo digan, se apuntan también a ellos. Son como los hombres, uno para cada ocasión. Así las manoplas doradas de Cause, un clásico de nuestra infancia en versión elegante para las noches invernales o los de estilo smoking de Yves Saint Laurent, tan andróginos y provocativos, qué decir de los Christian Lacroix que forman arabescos barrocos a través de sus perlas, enriqueciendo cualquier indumentaria, sin olvidar la modernidad de Alberta Feretti, cuyas tachuelas plateadas dibujan motivos geométricos; tienen un estilo muy vanguardista los guantes de Nina Djokeli y peligrosamente felinos los de Oliver Fabré. El toque fashion lo pone Dior con su mezcla de colores, y en el top, el ciruela. Para el abrigo fondo de armario son imprescindibles los guantes camel de Hermés, que se funden en un cálido look de degradados colores otoñales y nos hacen parecer dulces angelitos (lo cual está muy bien). El aire de sofisticación nos lo da Missoni con sus puños de piel de zorro. La pareja ideal de nuestras mangas al estilo francés, lo más in de la temporada, es el guante medium, en ante o charol negro; seductor, picante y atrevido.La noche es del mitón. Con lazos, con strass, con nudos de satén o con botones. No importa, y si además llevan la firma de Fiffí Chachnil, Trading o Diesel el refinamiento y la sensualidad están asegurados, pero para deslumbrar y que nunca te olviden hay que acudir a karl Lagerfield y atreverse con su mitón plateado o azul eléctrico. Sencillamente impresionante. Manos blancas nunca ofenden ¿Las de Gilda tampoco?

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