lunes, 24 de marzo de 2008

Mamma mia

Últimamente no gano ni para buenas noticias, ni para regalos. Después de las bodas llegan: ¡las cigüeñas!, bueno, el orden no siempre es el mismo, pero el resultado sí, boda-niño, niño-boda. Cuando era pequeña pensaba, y sigo pensándolo, que la explicación de la cigüeña era una tontería porque un bebé volando medio desnudito se constipaba y además era muy probable que el “bichito” picoteara a su pasajero. ¡En fin, las tonterías de los adultos! Lo que yo no sabía el viernes, cuando llegué a mi cena con las chicas, es la sorpresa que una de ellas nos deparaba.
Cuando a las diez ¡en punto! entré en el restaurante pensando que era la primera en llegar, y me dirigí a nuestra mesa (Gabi nos tiene permanentemente reservada la misma mesa redonda, en una esquina, junto al ventanal, durante toda la temporada) me encontré con que dos de las chicas ¡ya habían llegado! y una de ellas estaba muy sonriente, demasiado contenta – pensé -. A los pocos minutos, con la llegada de la última amiga, estábamos al completo y entonces, “doña sonrisas” llamó a Gabi y ante nuestro estupor le pidió que nos sirviera los manhattan y fuese encargando la cena especial para cuatro que el día anterior había ordenado, a continuación, y sin darnos un respiro, nos espeta: chicas, estamos de celebración. Mi hermana está embarazada, así que ya podemos empezar a elegirle la ropa pre-mamá, que del nombre de mi sobrino se encargan sus papis. Ni que decir que lo primero que hicimos entre besos, abrazos y felicitaciones, se enteró todo el restaurante, fue brindar por nuestro bebé y su mamá. Gabi se sumó a nuestra celebración y nos obsequió con una botella de cava para regar la mariscada con que celebramos el acontecimiento, y cuando llegó el postre ya habíamos vestido a la nueva mamá con un pantalón ancho gris, de cintura elástica conjuntado con un blusón amarillo, abullonado, con escote tableado y manga francesa, para ir a trabajar; un vestido baby-doll de media manga y escote redondo con dibujos geométricos muy –70 en largo chanel para las escapadas con su marido; una chaquetita de punto negra con manga al codo y grandes botones estilo Doris Day, ideal para cualquier momento. Un básico de temporada, la camiseta morada cuello cisne; la falda, plisada, con estampados florales verdes a la rodilla, un jersey marrón vuelto, unas bailarinas doradas con lazo que combinan con todo, unas botas negras de tacón rasado y un abrigo en cuadritos de línea envolvente; y para convertir a nuestra mami en la embarazada más fashion de Huelva, el sábado nos fuimos de compras y le compramos un regalo: un inacabable, brillante y colorista collar de piedras. ¿Le gustará al bebé la ropa de su mamá?

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