lunes, 24 de marzo de 2008

Y Venus era mujer

Venus es la diosa del amor, igual que Afrodita, pero a mí, me cae más simpática la primera, me decía yo a mi misma el viernes, mientras me tomaba un café y contemplaba Huelva desde el amplio ventanal de mi despacho, dejando volar mi imaginación hacia el paraíso de la sensualidad: Cuba, donde me voy a pasar una semana de vacaciones. Dicen, los que hasta allí han volado, que en esta tierra reina majestuosamente Venus y eso significa, que he de renovar urgentemente mis armas de seducción para disfrutar, sintiéndome segura, de tan etéreo y paradisiaco ambiente. Así que, con un gran esfuerzo y haciendo un considerable sacrificio, no tuve más remedio que dedicar la tarde del viernes a renovar mi lencería.
Llegué a mi cita con las chicas, derrengada, cargada de paquetes y feliz; ansiosa por enseñarles lo que había comprado y comentar las novedades que había descubierto. Cuando entré en el restaurante y Gabi me vio sin manos, de tanta bolsa como llevaba, se apresuró a descargarme, diciendo “supongo que no querrás que te los guarde”, con una sonrisa le contesté: “¡Cómo me conoces!” y nos dirigimos a la mesa, donde las chicas ya estaban disfrutando de sus manhattan y unos deliciosos chocos. Al vernos llegar supusieron que había estado haciendo compras de última hora con la excusa del viaje y mientras Gabi me traía mi manhattan, nos pusimos a comentar los paquetes, empezando por un conjunto de Victoria Secret, muy juvenil y atrevido, en licra fucsia; con aro y relleno el sujetador, para hacer el escote más sexy, y el culotte es de rayitas, en la más pura tendencia de la temporada: los combinados. En Women Secret me encapriché con la joya de la casa, un body semitransparente en gris, con detalles negros y un coqueto lazo, que es tremendamente sensual, tampoco me pude resistir a un delicado y finísimo juego de encaje negro, muy femenino, con un moderno corpiño en forma de triángulo. No hay mayor placer que el tacto del raso sobre la piel y por eso me llevo, en color marfil, unas elegantes braguitas midi con lazos laterales, acompañadas del sujetador con bordados, también de raso, de Agen Provocateur. Para estar a la vez, cómoda y fashion, es ideal la camisola con el culotte, de gasa morada, con topitos superpuestos de Intimissimi y mi favorito es un dos piezas de La Perla en rosa suave, con el sujetador en forma de zig-zag que resulta al mismo tiempo sofisticado y sobrio y es de lo más chic. A mis amigas, al igual que a mi, la ropa interior bonita nos hace sentir seguras, femeninas y picantes ¿Hubiera podido Venus sentirse más mujer y menos diosa envuelta en satén, sedas, rasos o encajes?

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